EDITORIAL
Estamos en plena temporada de fiestas: en junio tuvimos entre otras las de Fontarrón, las de Madrid Sur, la fiesta de San Juan que por primera vez se organizó en Santa Eugenia… Y seguro que alguna nos dejamos en el tintero.
Y en este mes de julio contaremos, al menos, con las del Carmen, de las que al cierre de esta edición todavía no nos ha hecho llegar la Junta Municipal el programa, las de La Karmela y la Batalla Naval. De estas dos últimas hacemos especial mención como muestra de cómo en Vallecas se viene trabajando desde hace ya muchos años (al menos desde hace 33, los que lleva la Batalla Naval): fiestas reivindicativas y gestionadas por los propios vecinos.
Resulta muy simbólico el cartel y tema que ha escogido la Cofradía Marinera en la Batalla Naval de este año. Destacamos lo que expresan en su comunicado de prensa: “Quizás el éxito radique en esa mezcla de diversión lúdica cuyo objetivo es la participación masiva de los vecinos y las vecinas de nuestro distrito. También porque en Vallecas somos utópicos, y esa utopía que promueve el cambio nos ha hecho conseguir cosas que parecían imposibles en su momento…”
De otro lado, nos parece de interés el inicio de una nueva etapa en la organización de La Karmela. Este año es su 10º aniversario, y han pasado a ser organizadas por una comisión compuesta por 12 colectivos muy diversos. En su web nos dicen: “Un año más volveremos a generar ese espacio que muchos creen utópico, pero que cada año convertimos en realidad, donde común es el sol y el viento y la tierra; ese espacio libre de racismo, sexismo y capitalismo. La Karmela es y será la expresión de la cultura popular vallekana. ¡Gracias!”
Tiene mucha fuerza y valor todo el trabajo acumulado en estos años en el barrio, que se ha caracterizado por lo colectivo, la horizontalidad, lo popular, el esfuerzo común. Es mucha la potencialidad que va adquiriendo Vallecas y que de nuevo se muestra en lo lúdico-reivindicativo-utópico. Ésta es una manifestación más de la fuerza que definitivamente hará posible un futuro en manos de los vecinos.
