ROBERTO BLANCO TOMÁS.
La Escuela Infantil Luisa Fernanda (C/ Cocherón de la Villa, 29) ha culminado este mes un proyecto, tan bello como interesante, que ha estrechado la unión del centro con el barrio en que se encuentra ubicado. Su título, Espacio público. Intervenciones urbanas, enmarcado en el programa del Ayuntamiento Educar por un Madrid más sostenible.
Cristina de la Calle, coordinadora pedagógica de la escuela, nos explica que los objetivos han sido “promover un modelo de centro educativo abierto a nuestro entorno e impulsar la creación de lugares de encuentro y de intercambio para los vecinos y las familias del cole”. La forma de hacerlo: pintando el muro de la escuela, para hacerla más visible; y acondicionando el solar de al lado, facilitando así que sea un lugar donde las familias y los vecinos se puedan reunir.
Una vez realizado este planteamiento, se pusieron en contacto con el equipo de Paisaje Vallecas, con los que han estado trabajando desde octubre. El Ayuntamiento ha corrido con los gastos de la pintura del muro, que ha ejecutado el colectivo artístico Boa Mistura. También ha colaborado el consistorio en la intervención del solar, pagando la arena y la ayuda puntual de algún profesional. En cuanto al trabajo con los niños, se ha realizado con ellos varias intervenciones en la calle, desde difundir entre los vecinos lo que iban a hacer hasta llenar el solar de botellas de colores o de piedras pintadas que habían recogido previamente.
La última intervención tuvo lugar el domingo 22 de mayo, cuando se convocó a las familias a un encuentro vecinal. Todos juntos prepararon el espacio, se pintó el muro con Boa Mistura, y hubo juegos, música… “Fue fantástico —explica Cristina—, y la colaboración del barrio maravillosa: a las 16:00 teníamos ya el muro pintado y el solar prácticamente listo. Al día siguiente volvió Boa Mistura para terminar su obra artística y rematar el muro”.
Cristina termina destacando cómo los vecinos del edificio de enfrente de la escuela se organizaron para darles una sorpresa: “Al día siguiente, cuando vinimos a trabajar, nos encontramos todas las ventanas de los vecinos con carteles dándonos las gracias. Fue superemocionante”. Y, desde luego, una prueba del éxito de esta iniciativa, apuntamos nosotros.
Fotos: Lukasz Michalak