Encuentro ‘Sobremesa’: siete días desatando el futuro

Más de 700 personas, con participación vallecana, se reunieron del 22 al 28 de agosto en Covaleda (Soria)

Una de las asambleas. Foto: Equipo de Coordinación

Por Redacción

Más de 700 personas, entre ellas vallecanos y vallecanas, fueron convocadas del 22 al 28 de agosto en Covaleda (Soria) para responder a la actual crisis y a las claras señales del colapso que se sobrevienen. Se trabajó desde la interseccionalidad, la autogestión, la soberanía, los cuidados, las redes, la desobediencia, la acción y la estrategia. ‘Sobremesa’ surgió hace pocos meses de un sentimiento compartido dentro del movimiento de justicia social y desde la necesidad de encontrarse y reflexionar, un momento donde poder conocer proyectos y hacer converger tácticas con una mirada estratégica hacia el futuro. El interés fue reunir a movimientos sociales, colectivos y asociaciones, activistas de distintas generaciones, y de todos los territorios del Estado español, comprometidos con un futuro justo para todos, en respuesta a la crisis social y ecológica que se está viviendo, y que se profundiza cada día.

A lo largo de siete días, se han generado cuatro tipos de espacios donde formarse, compartir estrategias, generar redes y disfrutar. Y se ha pensado de manera conjunta en las perspectivas de futuro que suscitan las múltiples crisis interconectadas a las que nos enfrentamos.

El encuentro ha ofrecido formaciones prácticas y participativas para profundizar en contenidos fundamentales y transversales a todas las luchas. Ha sido un espacio donde adquirir herramientas útiles para la planificación de estrategias y tejer redes.

Al mismo acudió Jesús Arguedas, director de Vallecas VA. “Mi interés por participar estuvo motivado por el hecho de conocer esta iniciativa desde dentro. Me movía ver cómo lo planteaba gente joven y, sobre todo, como se viviría esta experiencia que planteaba grandes retos en este momento tan especial que estamos viviendo la humanidad, cada una de las sociedades que la componen y cada persona. Desde el momento de la bienvenida hasta la despedida, no faltó esa atmósfera de cuidados, sincero y querido respeto por los demás y reconocimiento del valor de la diversidad desde muchos puntos de vista”, asegura.

  • ‘Sobremesa’ surgió hace pocos meses de un sentimiento compartido dentro del movimiento de justicia social y desde la necesidad de encontrarse y reflexionar
  • El encuentro ha ofrecido formaciones prácticas y participativas para profundizar en contenidos fundamentales y transversales a todas las luchas. Ha sido un espacio donde adquirir herramientas útiles para la planificación de estrategias y tejer redes

“Quizás lo más significativo de todo fueron, las pequeñas, sencillas y útiles herramientas que se utilizaron en las asambleas que se hacían al caer la noche para cerrar el día. Con ellas se ponía el acento en las conductas a mejorar y nunca en las personas. Se crearon lo que llamaron “Grupo Raíz”, de unas 4 a 6 personas que no se conocían, activo durante toda la semana, y que servía para intercambiar a diario sobre como se sentía cada uno, sobre lo aprendido y las necesidades. También se decidían las dos personas que al día siguiente harían trabajos voluntarios de limpieza o cocina”, continúa.

Según explica, uno de los grandes temas que se trabajaron vivencialmente fue la autogestión. “El planteamiento fue radical desde el principio con el objetivo de intentar llevarla lo más extendida posible. Se demostró la tarde en que cayó una tremenda granizada y el equipo de coordinación intervino, dando una respuesta eficiente. Lo mismo que cuando se evidenció que había que atender más el tema de las mamás y los peques y se creó en ese momento un grupo que empezó a gestionar las respuestas a la necesidad planteada”, argumenta.

“Como resumen, una semana de mucho aprendizaje, gracias a la gran maestría, inteligencia, sensibilidad, riqueza y dinamismo de toda la gente. Me ha dado una tremenda fe y esperanza ver que una generación de menos de 30 años pueda ser uno de los agentes de cambio y que da un paso al frente, que dice “vamos a por ello” y que se percibe que va con todas, queriendo dibujar ese futuro tan necesitado y querido”, concluye.

De izquierda a derecha: Lu, Lucas, Deme y Ruth. Foto: J. Arguedas

Más testimonios

Elisa, 21 años
“Iba sin mucha expectativa, porque no confiaba en un encuentro con tanta autogestión ni que la responsabilidad colectiva fuese a funcionar. No me esperaba que la resolución de los conflictos fuese tan eficaz y que las tareas se llevasen a cabo. Ha sido hasta utópico. Me ha hecho sentir muy acogida el hecho de encontrar a tanta gente con tantas preocupaciones tan similares a las mías. Al final, nos desesperamos un poco los jóvenes con todo este tema de la crisis ecosocial y el hecho de poder compartirlo con gente tan diversa y tan distinta y que te acoge tan bien, es una manera de sentirse mucho menos sola”.

Lucía, 18 años
“Había muy buen ambiente entre la gente y hemos terminado haciendo un grupo colectivo para realizar activismo y un proyecto que queríamos hacer entre todos, así que ha estado muy bien. Ha sido muy divertido. Estaba en una zona de camping y ha habido conciertos”.

Alejandra
“He podido ver que se puede colaborar y autogestionar mucha gente en base a la confianza y al respeto y que existen otras formas de colaborar y eso es inspirador para mí. Me da inspiración y esperanza también”.

Natalia
“Lo más significativo ha sido la esperanza de que hay personas que piensan igual que yo y que tienen las mismas ganas de buscar un futuro común y de cambiar. Y de no sentirme sola, sentirme acompañada en toda la lucha”.

Gabriel, más de 50 años
“Lo más relevante para mí ha sido encontrarme con tanta gente preocupada por esta situación tanto del cambio climático como de colapso que pensamos que va a suceder. Este tipo de encuentros es lo que hay que hacer para empezar a crear redes, vincularse y conocer gente que está más o menos con las mismas ideas o parecidas”.

Alejandro, joven 24 años
“Me quedo con la gestión emocional que conlleva estar con tanta gente que no conoces y en parte tan cercana y hacerlo en colectivo. Hacer ese cambio de paradigma de lo individual, de estar siempre en el uno a uno y poder hacer en colectivo cosas que normalmente harías en pareja, con colegas, es importante hacerlo en un grupo tan grande de personas y poder enfrentarnos todos a la realidad presente”.

Miembros de La Enredadera de Tetuán
Ruth- “Destaco el hecho de encontrar personas que tengan ganas de cambiar las cosas y todo el aprendizaje que me llevo en ese sentido de cambiar la realidad y poder enfrentarnos a la que se nos avecina”.
Lucas- “Lo más significativo ha sido el ejemplo de autogestión. Algunos venían y se iban y siempre ha habido gente para que nadie se sobrecargase y todas las tareas estuviesen cubiertas. El espacio estaba limpio, había comidas, cena y de forma autogestionada, sin que hubiese un organismo superior mandando, lo que me parece un ejemplo de que sí se pueden hacer las cosas de otra forma”.
Lu- “He descubierto que personas que venimos de paradigmas y vidas diferentes, tenemos mucho más en común de lo que parece. Las cosas fundamentales, precisamente van a ser las que nos van a permitir construir esa alternativa a la que se nos viene y hacerlo de una forma bonita, diferente y revolucionaria”.
Sergio- “He conocido gente muy diversa y muy distinta, que si no hubiera sido por este encuentro no las hubiera conocido, para compartir un poco la visión de cómo construir, cómo cambiar las cosas y aportar lo que cada uno tiene por aportar”.

Colin, joven francesa
“Humildad, de mi parte y de las demás personas, de no anteponer nuestra causa y de no poner tus necesidades antes que las de las demás. Y no creer que solo nosotros tenemos la razón con nuestras inquietudes. Quiero invitar a que cada uno se sienta con el derecho de aportar en los movimientos sociales, en los espacios de activismo porque cada voz es única, cada mirada es única e importante”.

Deme, más de 50 años
“He sentido mucha madurez en la visión del propio encuentro, esa visión de ir todas juntas, aunque diversas, cada una a su manera. Me parece que ese es un paso importante en estos momentos el de hacer red y el de ser muy, muy inclusivas, el de ir todas las que tengamos claro el que no queremos ese colapso. Ha estado muy bien organizado, con unas dinámicas muy buenas que nos han permitido llegar a conclusiones estratégicas para ver cómo hacer redes entre nosotras, tanto a nivel territorial como a nivel temático y de objetivos. Ya tenemos metas a tres meses, además del objetivo grande de cómo hacer frente al colapso que hay en este momento. …. Hemos trabajado siempre en base a la necesidad y esto me parece una visión muy madura, además habiendo sido organizado por gente muy joven, de una media de unos 23 años o así, que tiene una visión muy actual del mundo, de lo que está pasando”.

En los extremos Hannah y David de La Villana de Vallekas, en el centro Carlos, un buen colaborador. Foto. J. Arguedas

Entrevista a Hannah y David, de la Villana de Vallekas

P: Como cocineros para varios cientos de personas. ¿qué podríais destacar de los participantes, de la organización, … de este encuentro?
R: Desde el principio hemos tenido un montón de voluntarias, voluntarios y voluntaries que nos han ayudado en el desayuno, comida y cena con gente muy variada de todas las partes de España, también dándonos una visión de lo que ocurría en los talleres, charlas, debates y cine que se hacían y hemos podido disfrutar de otra manera con los compañeros y compañeras en todo lo que ha sucedido en este encuentro de ‘Sobremesa’. Ha sido un trabajo bastante duro, pero facilitado gracias a la ayuda de toda la gente y la coordinación del grupo de apoyo de cocina que teníamos constantemente para cualquier cosa que nos sucediera. Así que bastante gratificante y agradable haber podido participar en este evento.

P: ¿Qué es lo más importante que os lleváis de esta experiencia?
R: Estamos acostumbrados a este tipo de eventos, ya que en la cooperativa Veguiterráneo hemos hecho varios eventos para grupos ecologistas, sociales y barriales, cocinando. De hecho, la primera vez en un encuentro de la Contracumbre por el cambio climático en Madrid cocinamos para más de 1.000 personas diarias con la ayuda de un colectivo que vino de Suiza. La vivencia que nos llevamos es la buena organización, el buen saber hacer en la colaboración con los voluntarios, ya que por cocina han pasado muchas personas y conocer a personas que han realizado nuestros roles y nos han ayudado a que nuestro trabajo fuera más fácil, ya que pasábamos más de 12 horas en la cocina.

P: Alguna otra cosa que quisiérais contar a los vecinos de Vallecas
R: Los animamos desde la cooperativa a que cuando vean algún tipo de eventos parecidos, se animen a ir, a preguntar y a conocer. Ahora mismo estamos en un contexto de crisis climática bastante complicada y vienen tiempos duros, así que está guay que la gente conozca qué soluciones podemos dar, adónde queremos ir y cómo podemos mejorar la vida diaria. Así que siempre animo a que la gente que tenga un poco de ganas de saber que está sucediendo, que pregunte y venga a todos estos tipos de eventos porque son abiertos, habitualmente totalmente gratuitos, para que toda la gente pueda acceder. Animo a todo el mundo a que se meta y se involucre ante esta crisis del cambio climático.

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