Un golazo de Advíncula decide el partido más largo del balompié nacional
Por Manolo Jiménez
El Estadio de Vallecas acogió en la tarde del miércoles 10 de junio el primer partido de fútbol profesional tras la paralización de las competiciones por la crisis sanitaria del coronavirus. Un golazo del lateral izquierdo peruano, Luis Advíncula, decantó finalmente el duelo Rayo-Albacete, cuya segunda parte fue suspendida el pasado 15 de diciembre por los insultos al jugador visitante Roman Zozulia por su supuesta ideología nazi y reanudada casi seis meses después convirtiéndose en el encuentro más largo del balompié nacional.
Brazaletes negros, banderas a media asta y un respetuoso minuto de silencio recordaron a las víctimas de la pandemia. Sólo los vecinos de los edificios anexos al feudo franjirrojo pudieron seguir desde sus balcones y ventanas la evolución de un choque que deja al Rayo en séptima posición con 43 puntos y tan solo 3 del Elche, que marca la promoción de ascenso a Primera División. Ante la falta de delanteros por lesión, el central Catena tuvo que formar en vanguardia para complicar el trabajo a la zaga albaceteña.
“Era un partido muy importante y no podíamos fallar. El ritmo del partido me ha sorprendido para bien. Me ha gustado. Me ha llamado la atención jugar sin gente, es lo que más se echa en falta, el apoyo y el ruido de la gente”, dice el entrenador del Rayo, Paco Jémez. «Sales al campo pensando en que se te oye todo lo que dices, pero luego se te olvida. Nos tenemos que acostumbrar también a eso. Ahora hay que tener cuidado con los reproches. Hay que transmitir apoyo”, añade.
“Al jugar tan seguido vamos a necesitar de todos los jugadores. Es una incógnita ver cómo asimilan tantos partidos. Mi idea es que todos participen y ellos lo saben. Ha sido un partido muy tenso, incluso cuando íbamos por delante. Un error nos condenaba. No había tiempo de solucionarlo. Hemos salido con un buen resultado, con lo cual todo bien”, argumenta el técnico rayista.
El protagonista
Luis Advíncula fue, sin duda, el protagonista de estos 45 minutos por su tanto en el minuto 60 desde fuera del área y por la escuadra. “Era un partido muy complicado que había que ganar sí o sí para seguir con opciones al play off. El gol rápido nos dio tranquilidad”, asegura. «Se lo decido a mis hijos, que son lo más importante para mí y a todos los que siempre han estado ahí. Es un partido raro. La afición es lo que le da vida a este deporte, pero tenemos que adaptarnos. El domingo tenemos otro encuentro complicado, pero hay que seguir”, concluye.
El próximo 14 de junio (21:30 horas) el Rayo visita el Ramón de Carranza para enfrentarse al líder de Segunda División, el Cádiz Club de Fútbol.