Por Christian Rodríguez
Adiós al sueño de la Copa. El Rayo se despide este año antes de lo previsto de una de las competiciones que más ilusionaba a la afición después de que la temporada pasada acariciasen la final con la yema de los dedos. Y lo hace en uno de los estadios de fútbol donde más les cuesta ganar a los franjirrojos, pues la última victoria de los vallecanos en feudo gijonés se produjo el año en el que el hombre pisó la luna… allá por 1969.
Hasta un total de 9 cambios con respecto al partido de Liga en Girona introdujo Andoni Iraola para esta eliminatoria. El técnico guipuzcoano quiso arriesgar, pero esta vez no le salió nada bien. Solamente Álvaro García y Lejeune repetirían en el once inicial.
A los 30 segundos del pitido inicial, una buena combinación por parte del Rayo a punto estuvo de terminar en el primer tanto de la noche, pero la defensa local terminó mandando el balón a córner cuando Falcao ya se encontraba con su pierna preparada para fusilar a portería dentro del área. Esto solo sería un espejismo de lo que ocurrió en Girona, solo que esta vez ni habría gol ni habría más tiros a puerta con peligro durante todo el choque.
El Rayo aguantaba la posesión y tocaba en zona de tres cuartos del campo, pero era el Sporting quien manejaba el partido a su antojo. Los asturianos aprovechaban cualquier pérdida de los visitantes para salir a la contra y finalizar jugada, algo que no consiguió hacer el Rayo en todo el encuentro. Aitor García tuvo la mejor de la primera mitad ya en el tiempo de añadido, con un soberbio derechazo desde fuera del área que iba directo a la escuadra de no ser por el vuelo realizado por Diego López para desviar la trayectoria del balón a saque de esquina.
Tras el descanso, se llevó el partido el equipo que más fe le puso. Iraola sacaba a jugar a cinco de sus titularísimos (Fran García, Santi Comesaña, Camello, Isi y Trejo), pero nada más lejos de la realidad que atravesaba ayer el Rayo. Lo más peligroso que aportaron los vallecanos en ataque fue un tiro de libre directo por parte de Lejeune que fue demasiado centrado y sin complicación alguna para un Mariño que se mostró bastante cómodo durante los 90 minutos.
Fue entonces cuando apareció el héroe de la Copa en Gijón: Uros Milovanovic. El serbio puso su firma en el partido con un nuevo doblete. Aunque el joven ariete aún no se ha estrenado en LaLiga Smartbank y no está gozando de muchos minutos, ya lleva 4 goles en Copa tras este partido y el anterior frente al Numancia, contra quien también consiguió dos tantos en su cuenta particular.
Los goles locales llegaron tras defender malamente dos lanzamientos de falta. El primero de ellos lo botó Cote al segundo palo. Allí llegaba libre de marca Juan Otero, que cedía atrás para Milovanovic y este se revolvió en el área para, sin carrerilla ni posicionamiento alguno, chutar a portería un balón que terminó golpeando en Lejeune antes de introducirse en el fondo de las mallas.
El segundo gol llegaba ya a escasos minutos del final. Pedro Díaz ejecutaba un excepcional libre directo que se estrelló en el larguero de Diego López y el rechace lo mandaba a gol el propio Milovanovic con un remate de cabeza.
Esta vez el Estadio de Vallecas no vibrará con ningún partido de Copa del Rey, como lo hiciera la temporada pasada contra Mallorca y Betis. Precisamente este último será el próximo rival en Liga para los vallecanos este mismo domingo 8 de enero, a las 16:15 horas. Un partido especial ya que, probablemente, signifique el debut de RDT con la camiseta del Rayo Vallecano desde su fichaje en el mes de septiembre.