Por Jesús López
La Escuela de Vallecas es una etiqueta acuñada por el escultor Alberto Sánchez, término que aparece por primera vez en un texto dictado a su cuñado Luis Lacasa durante el verano de 1960 en Moscú. Dicha nomenclatura se refiere al desarrollo de un movimiento de vanguardia predominantemente de carácter plástico, tanto en el aspecto escultórico como pictórico, aunque también existe una vertiente literaria muy elaborada. Esta tendencia artística tuvo su principal marco de referencia para el proceso de sus creaciones en los campos del extrarradio madrileño, concretamente en los campos de Vallecas y en su simbólico Cerro Almodóvar.
En ese texto fundacional de Alberto se pretendía evocar los largos paseos desde Atocha hacia el cerro, con el fin de emprender un arte revolucionario, nacional, fijado en las formas propias de la naturaleza. La intención de ese postulado estético de la Escuela de Vallecas consistía en reflejar la nueva vida social, que se estaba forjando en esos convulsos años 30 mediante un arte autóctono alejado de los presupuestos estéticos más cosmopolitas y vanguardistas originarios de París.
En ese primer momento, en los albores del advenimiento de la II República, la Escuela de Vallecas fue impulsada por Alberto Sánchez, Benjamín Palencia y Maruja Mallo, incluso por el olvidado Pancho Lasso, dando acogida a múltiples artistas de la talla de Rafael Alberti, Juan Manuel Díaz Caneja, Miguel Hernández, además de Federico García Lorca, María Zambrano o Pablo Neruda. También otra numerosa nómina de seguidores reflejó en sus obras el carácter telúrico de la meseta ibérica como forma de proyección de un arte volcado hacia la vertiente agraria, entre los que se pueden señalar a Luis Felipe Vivanco, Herrera Petere o Rodríguez Luna.
A partir de los años 40, cuando muchos de estos artistas no se encontraban en España por circunstancias ideológicas, algunos de ellos tristemente desaparecidos para siempre, se pretendió restaurar este marbete estético por parte de Benjamín Palencia, con predominio exclusivo de las técnicas pictóricas. Técnicas embrionarias de la futura Escuela de Madrid, en donde destacaron artistas como Álvaro Delgado, Fernando San José, Gregorio del Olmo o el vallecano, Cirilo Martínez Novillo, que recientemente ha sido homenajeado al colocarse una placa en la casa donde nació, en la calle Manuel Pavía número 18, con motivo de su centenario.
Con la rémora de estas visitas al, por entonces, uno de los arrabales de la ciudad se organizó en el 2017 el I Paseo de la Escuela de Vallecas por la extinta Mesa de Cultura de Villa de Vallecas. Herencia de esa estructura participativa y democrática desmantelada por la actual Corporación municipal se vuelve a reivindicar el próximo sábado 23 de octubre gracias a ese nutrido grupo del vecindario vallecano esa huella de la memoria imborrable en la Historia de Vallecas con la siguiente estructura:
1.- 10:00. Recepción. Junto al Museo Reina Sofía. Presentación y lectura del texto conmemorativo.
2.- 10:20. Antiguo café Social de Oriente. Importancia para la gestación de la Escuela de Vallecas.
3.- 10:35. Metro Atocha, L1. Dirección Valdecarros. Parada en Miguel Hernández.
4.- 11:00. Monumento Miguel Hernández. Lecturas poéticas.
5.- 11:15. Inicio del recorrido peatonal con dirección al Cerro Almodóvar.
6.- 11:45. La Arboleda, recinto campus Sur. Universidad Politécnica de Madrid. Paraje arraigado en la historia popular. Explicación arqueológica. Lectura poética.
7.- 12:10. Marcha a través del Parque Forestal de Valdebernardo.
8.-12:45. Punto de conexión con tramo hacia Cercanías Renfe Santa Eugenia y autobuses.
9.- 12:50. Inicio del camino de ascensión hacia el Cerro Almodóvar.
10.- 13:15. Llegada a la cima del Cerro Almodóvar. Explicación de su historia geológica y arqueológica, lecturas conmemorativas de la Escuela de Vallecas y…algunas sorpresas.
Más información en la página: https://escueladevallecas.wordpress.com/4o-paseo-homenaje-escuela-de-vallecas.