Por Concha Párraga y Marisa Gascón, enfermeras de Familia
Con la colaboración especial de Nuria Asensio, auxiliar administrativo Centro Salud Campo de la Paloma.
La llegada de la Navidad nos hace fomentar el deseo de estar en familia y proclamar nuestros mejores deseos de Paz y Amor.
Nosotras, vuestras enfermeras de Familia os deseamos una Feliz Navidad y que los Reyes Magos os llenen de salud y prevención de la enfermedad, en forma de vacunas y estilos de vida saludables, vuestros zapatos.
Nos gustaría poder compartir con todos vosotros unos pequeños consejos útiles para vivir esta Navidad de forma saludable.
En Navidad todos nos reunimos en torno a la mesa donde celebramos el estar con los seres queridos. Y en torno a esa mesa, comemos y brindamos.
Pero hablar de Navidad no tiene que ser sinónimo de hablar de grasas saturadas y de elevadas tasas de alcohol. Podemos disfrutar en el entorno de una mesa saludable.
Os proponemos una Navidad con alimentación sana, donde el “verde” sea el paisaje fundamental de nuestra mesa. Abusar de grasas saturadas y de azúcares complejos pueden generar problemas de salud.
Tras una Navidad “no saludable” aumenta significativamente los niveles de colesterol, glucemia y triglicéridos y eso puede desencadenar enfermedad cardiovascular.
Todos podemos y debemos protegernos, hacer una alimentación consciente y saber que nos aporta cada una de las cosas que metemos en nuestra nevera.
Un frigorífico repleto de fruta, verdura, proteínas de origen vegetal (legumbres) y donde solo se alojen esporádicamente embutidos, comidas procesadas, snacks, carnes rojas, quesos muy curados, bebidas alcohólicas o bicarbonatadas es ver un frigorífico saludable que da de comer a una familia saludable.
Podemos comer de todo en Navidad, siempre dentro de la prudencia y teniendo en cuenta las limitaciones que imponen nuestras patologías previas (diabetes, hiperlipemias, etc.). Debemos hacer una compra sostenible para evitar sobras excesivas. Si aun así nos sobra, es preferible congelarla para poder gestionar el consumo de grasas y carbohidratos a lo largo del tiempo.
¿A quién invito?
Además, yo me hago una pregunta personal, ¿a quién invito este año a mi Navidad?. Deseamos juntarnos, abrazarnos, pero tenemos que ser conscientes de que el coronavirus sigue presente en nuestras vidas por lo que tendremos que pensar en cómo celebrar la Navidad, ya que no queremos que el coronavirus sea el invitado especial en nuestras casas.
Por ello hemos pensado en hacer un pequeño decálogo para tener unas Navidades seguras. Hay que tener cuenta que los momentos de las comidas son momentos de mayor riesgo de contagio dentro del epígrafe de reuniones sociales.
Navidad Segura:
- Hacer grupos lo más pequeños posibles para las celebraciones. Estarán limitados a las indicaciones de las autoridades de salud pública para minimizar el riesgo.
- Cada persona ocupará su silla, sin intercambiarla con ningún familiar.
- Antes de la comida, todos realizarán una adecuada higiene de manos.
- No habrá platos compartidos en el centro de la mesa y la comida debe ser servida para cada comensal.
- Solo una o dos personas serán las encargadas de estar en la cocina y sirviendo a los comensales con el fin de minimizar el contacto de los comensales con la comida del resto de los invitados.
- Serán una o dos personas las que recojan la mesa.
- No puede haber ni besos ni abrazos por mucho que nos apetezca, ni siquiera el día de fin de año tras las uvas, a no ser las unidades familiares de convivencia. El resto se puede inventar un gesto especial para ese momento.
- Fuera de la mesa, deberemos mantener las mascarillas (siempre y cuando no seamos las unidades familiares de convivencia) todo el tiempo posible.
- No se debe fumar en el interior de las casas.
- Y, por último, y no por ello menos importante, debemos ser muy felices.
Con nuestros mejores deseos de Salud os deseamos Feliz Navidad