Por Raúl González
El Rayo Vallecano se despertó del sueño de la Copa del Rey. El conjunto de Andoni Iraola mantuvo la ilusión de todo un barrio durante 90 minutos, pero un gol bético en el tiempo de descuento impidió que el partido fuera a prórroga.
El conjunto franjirrojo comenzó el partido de manera inmejorable, teniendo el control del balón en todo momento y generando tímidos acercamientos hacia la portería de Claudio Bravo, guardameta del Real Betis.
El nerviosismo estuvo presente en la afición hispalense durante la primera mitad del encuentro, debido a su incomodidad para la fluidez del juego y el escaso dominio que estaba teniendo en la zona del centro del campo.
El partido llegó al descanso sin grandes ocasiones de peligro, pero con un Rayo Vallecano dominador, competidor y aguerrido. Andoni Iraola aprovechó el parón para ofrecer indicaciones a sus jugadores e incluir variantes para cambiar la dinámica del juego.
Y así fue. La entidad franjirroja propuso un nuevo estilo de juego, más directo y vertical, y con una gran profundidad en los costados, gracias a Álvaro García e Isi Palazón. Sin duda alguna, dos ‘puñales’ en las bandas.
Bebé (min.78) sería quién abrirse la lata para el conjunto vallecano tras un extraordinario lanzamiento de falta desde una distancia lejana, ante la que nada pudo hacer Claudio Bravo.
El Real Betis Balompié se volcó en ataque en los últimos, gracias al empuje de su afición, y consiguió empatar gracias a Borja Iglesias (min.92) en el tiempo de descuento, hecho que provocó el éxtasis en el Benito Villamarín.
El próximo partido del conjunto vallecano será frente al Cádiz, el domingo 6 de marzo a las 14 horas, en el Estadio Nuevo Mirandilla.