No fue posible lo que quisimos para estas pasadas elecciones del 28M: conseguir que votara un número suficiente de vecinos progresistas que se sentían desencantados de los políticos, para que no salieran gobiernos del PP. En la página 3 se puede ver el detalle de los resultados en las dos Vallecas. En resumen: el PP queda como la opción más votada, la suma de los partidos de izquierdas supera el 50 % de los votos y el tema principal de nuevo vuelve a ser la abstención, difícil de interpretarla.
Ahora estamos con el adelanto de las elecciones generales para el domingo 23 de julio.
Y de nuevo nos encontramos en los barrios, ante el dilema de ¿cómo tomarnos estas elecciones?, ¿qué es lo mejor que podemos hacer?, ¿qué es lo que nos jugamos?
Buen momento para preguntarnos qué le diríamos a los políticos que toman las decisiones desde sus cúpulas. Si tuvieran interés en escucharnos, podría ser algo parecido a esto: “esperamos que hayan aprendido una nueva lección de estas elecciones pasadas, que sean capaces de valorar, y no solo respetar, la diferencia, y que se pongan de acuerdo para ponerlo lo más fácil posible a los vecinos”. También que, “solo desde un real interés por la escucha, desde querer comprender que lo importante no es la propia ideología sino dar respuesta a las necesidades básicas de todos, desde caer en cuenta de que necesitamos reeducarnos en un mundo que cambia vertiginosamente y desde converger desde la diversidad, se podrá avanzar en la dirección de una democracia real”.
Nuestra construcción como vecinos que nos responsabilizamos de nuestros barrios, es de largo aliento. Las elecciones son un hecho más al que hemos de que dar respuesta, pero no es nuestro campo de acción del día a día.
¿Qué es lo que nos corresponde ante estas elecciones?: ponernos al lado de nuestros candidatos-vecinos, acompañarlos en esta compleja situación, que bien lo necesitan. Hacer todo lo que esté en nuestras manos para arañar votos de aquellos abstencionistas por desencanto. ¡Pongámosle todo el empeño posible!