Por Redacción
Ciudad Joven es una asociación sin ánimo de lucro que lleva desde 1988 trabajando en Vallecas con niños, niñas, adolescentes, jóvenes y con sus familias. Sus proyectos buscan prevenir situaciones de riesgo, desamparo y/o conflicto social y para ello ofrecen un proyecto educativo integral que abarca la enseñanza de habilidades personales y sociales y que contribuye a fomentar la formación en todos los niveles educativos y la preparación para el mundo laboral.
No se puede hablar de la historia de Ciudad Joven sin nombrar a las personas que en estos 32 años han hecho posible que la asociación sea lo que hoy es gracias a la dedicación altruista de cientos de personas voluntarias, profesionales implicadas más allá de una relación laboral, las vecinas, las familias…
La Fundación Montemadrid y Bankia llevan años apoyando este proyecto destinado a la infancia y adolescencia de Vallecas, ‘lntervención socioeducativa con niños/as y adolescentes en exclusión social’. y durante estos difíciles meses han seguido a su lado para que pudieran mantener el campamento urbano y volver a abrir su proyecto.
Vallecas VA habla con Maite Oñorbe, una de las caras anónimas que están detrás de la asociación.
P: ¿Cómo han vivido el largo confinamiento motivado por la pandemia?
R: Creo que hablo en nombre de muchas entidades que, como la nuestra, llevamos años trabajando en los barrios de Vallecas y hemos vivido situaciones difíciles y muy difíciles, pero ésta ha sido “extraña, nueva, inesperada…. Lo importante no es cómo lo vivimos nosotros y nosotras, sino como lo vivieron ellos y ellas. Somos una entidad acostumbrada a una metodología de cercanía, emociones y contacto y la realidad actual nos hace enfrentarnos a una pantalla y a relacionarnos sin contacto. Pero nos dieron una lección y no perdieron la sonrisa ni un momento, aunque no pudieran salir de casa ni ir al cole ni jugar en los parques ni abrazar a sus amigos y amigas.
P: ¿Cómo fue la vuelta en julio con los campamentos y otras actividades relacionadas?
R: Durante la desescalada las educadoras volvieron al proyecto, los niños, las niñas y los/as adolescentes podían ir por la mañana y por la tarde en pequeños grupos manteniendo todas las medidas de seguridad y en el mes de julio tuvimos campamento. Este año ha sido diferente, pero al final hemos podido disfrutar de muchas actividades: excursiones a la sierra de Madrid, bolera, cine, Parque de Europa, Madrid Río y muchas más. Incluso gracias a la Junta Municipal de Puente de Vallecas hemos podido bañarnos en la piscina de Entrevías junto a otras asociaciones del distrito.
P: ¿Y este inicio de curso tan diferente?
R: El mes de septiembre está siendo complejo a nivel sanitario sobre todo en los barrios donde trabajamos en Vallecas, barrios que llevan años de desidia institucional y falta de inversiones por parte de la administración pública y ahora sometidos a unas restricciones que no hacen más que favorecer la desigualdad. Esto ha hecho que nos hayamos ido adaptando a todas las directrices, necesarias, pero trabajando con infancia es un hándicap a la hora de poder llevarlas a cabo. El 21 de septiembre, aún con todas las medidas de seguridad, las puertas de nuestros proyectos se volvieron a abrir para que los niños/as y adolescentes, que tan olvidados/as han estado durante esta crisis recuperen su espacio, el protagonismo que merecen y que necesitan, tengan un espacio suyo y vuelvan a disfrutar con sus amigos/as.
P: Proyectos de futuro
R: Al futuro solo le pedimos que todo vuelva a la normalidad, que todo esto no deje en el camino a personas, entidades y a todos/as los que como siempre lo tienen más difícil sea cual sea la “crisis”. En Ciudad Joven esperamos seguir estando en el barrio dando voz a los niños y a las niñas para que a nadie se le olvide que están y que son y que nuestro granito de arena para reducir la crisis originada por la pandemia dé sus frutos.
Testimonios de niños/as y adolescentes de Ciudad Joven
Malak, 11 años: «Espero que no nos confinen para que podamos venir a Ciudad Joven y hacer muchas excursiones»
Nur, 8 años: » Estoy muy nerviosa de volver a Ciudad Joven, porque tengo muchas ganas de ver a mis amigos»
Lindsay, 9 años: «Lo peor del campa fue que tuvimos que tener cuidado por la COVID, pero fue muy guay ir a la piscina»
Jaque, 9 años: «Estoy muy contenta porque echaba mucho de menos ir a Ciudad Joven y ahora ya podemos venir otra vez»
Safia y Zaynab (14 y 15 años)
P: Después de toda la época tan complicada y rara que se ha vivido con la COVID-19 y el confinamiento en casa durante tanto tiempo, ¿qué significó para vosotras poder ir al campamento de Ciudad Joven?
Zaynab: Una alegría de verdad, no puedes imaginarte después de estar tanto tiempo encerradas en casa. Fue una oportunidad no solo para salir, también para ver a las amigas y pasar tiempo con ellas, ver a gente diferente a tu familia.
Safia: En realidad fue como si de repente nos quitaran un castigo.
P: Y en el campamento, ¿cómo lo pasastéis?
Z y S : Nos sentimos liberadas y con más conciencia, valorando muchísimo más todo. Antes no nos dábamos cuenta de lo que era estar con las amigas y pasar tiempo con ellas.
P: ¿Qué significa para vosotras poder volver al proyecto de Ciudad Joven ahora que empieza el curso?
S: Una suerte. Muchas de nosotras no tenemos en casa quien nos ayude con las tareas ni con las cosas del instituto y nos perdemos mucho, ahora incluso más con el “classroom” y las clases online. En el local nos ayudan con los deberes, a estudiar, tenemos ordenadores, wifi y apoyo. Es una subida de autoestima.
Z: Es una oportunidad para poder hacer cosas con nuestras amigas, cosas diferentes que si el local estuviera cerrado no haríamos. Siempre estamos haciendo muchas actividades.
Ferrán, Aaron y Pablo (14, 16 y 15 años respectivamente)
P: Y para vosotros, ¿qué significó poder ir al campamento?
Aarón: Fue literalmente un refugio, sino la ‘play’ me habría comido la cabeza.
Ferrán: Fue la mejor manera de olvidar las cosas que pasamos durante la cuarentena.
Pablo: Si, todo eso y además nos ayudó a afianzar amistades que se habían enfriado durante todo este tiempo o incluso que se habían perdido.
P: Y volver a Ciudad Joven con el comienzo del curso ¿qué os parece?
Aaron: Un apoyo dada la situación en la que estamos ahora en los institutos. Es todo un lío. Nos ayuda a escapar de todo este horror, vienes a un sitio en el que te sientes a gusto y protegido.
Pablo: Es una forma de poder hacer deporte y otras actividades con los amigos.
Ferrán: A mí me ayuda a manejarme con diferentes personas. Me gusta porque estás con gente muy diferente.
Iduna (15 años)
P: ¿Qué supuso para ti poder ir al campamento de Ciudad Joven?
I: Supuso normalidad. Parece una tontería, pero ver a gente diferente a mi familia, poder salir de casa, estar con amigos aunque sea a distancia, correr, hacer deporte, ir a la piscina, a la bolera… fue genial.
P: ¿Cómo lo pasaste? ¿Qué te parece volver al proyecto con el comienzo del curso?
I: Genial, Ciudad Joven siempre es un sitio en el que te diviertes, no te juzgan y te sientes a gusto. Yo me siento súper cómoda y volver me alivia bastante, no sólo porque me ayudan con los estudios y los deberes, también porque en el local te apoyan mucho emocionalmente, te escuchan, no sé y en estos momentos eso es súper importante… Además, es una vuelta a la rutina, no estás toda la tarde en casa viendo la tele o sin hacer nada.