A principios del verano nos llegaba a la redacción de VallecasVa una carta remitida, en el marco del programa “Apadrina tu parque”, por los alumnos de 5º A del Colegio Público Javier de Miguel a la concejala presidenta del distrito de Puente de Vallecas, expresando su descontento con el estado del parque de su barrio y pidiendo soluciones.
Hasta el momento, no tenemos noticia de que se haya efectuado mejora alguna en relación con los problemas denunciados
por los alumnos. Desde esta redacción queremos expresar nuestro apoyo a lo expuesto por estos jóvenes vallecanos.
Reproducimos a continuación la carta, que fi rman Kiara, Melani, Aitor, Diego y Manuel, fechada el pasado 21 de mayo.
“Estimada Concejala Presidenta:
Los alumnos de 5º A del Colegio Público Javier de Miguel le escribimos estas letras con motivo de nuestro descontento con unos problemas que hemos observado en el parque de nuestro barrio, Madrid Sur. A continuación enumeramos dichos problemas:
1. La suciedad del parque, debido a que la gente acude mucho, no tira los residuos en las papeleras, y son pocas las papeleras que encontramos.
2. Los excrementos [de los perros], ya que sus dueños no recogen las heces. Proponemos que haya un recinto para los perros y sus excrementos.
3. Pocos animales. Ejemplo: gorriones, ruiseñores, etc.
4. Pocos árboles. La solución que proponemos es que pongamos casas para las aves.”
………..
Dos clases de pobres
Cansada estoy de oír que los extranjeros abuan de la sanidad pública. Seguimos cayendo en la trampa de mirar para abajo en vez de hacerlo para arriba. Hay datos que demuestran que esto no es cierto, como que mientras los autóctonos visitamos nuestro centro de salud 11,1 veces al año ellos lo hacen 6,4, o que ellos gastan al año 81€ en medicinas y nosotros 236€.
Seguro que infl uye que la mayoría de ellos son jóvenes y sanos. Pero esto no sale en los grandes medios de comunicación. La sanidad sabemos que no es gratuita, efectivamente… Pero señores: se paga con los presupuestos y los impuestos, no con la Seguridad Social, es decir, no con las cotizaciones de nuestras nóminas.
Cuando compramos el pan estamos pagando IVA y estamos aportando a la sanidad pública. Y todos compramos pan; seguramente los pobres compran menos o no lo compran todos los días, pero lo hacen. Y pagamos luz, agua, teléfono, gas… y aportamos así.
Eso es la universalidad de la sanidad que se quiere destruir ahora. Ése es el problema. Ahora, aunque todos aportamos,
muchos no van a poder acceder a esa sanidad.
¡Ah! Tranquilos: cuando a partir del 1 de septiembre vayamos a nuestro centro de salud y nos digan que nuestra
tarjeta no vale… entonces tendremos que hacernos otra tarjeta llamada “sin recursos”, y seguiremos teniendo atención sanitaria, eso sí, después de múltiples trámites en la Seguridad Social y no en el ambulatorio. Y habrá una diferencia: nuestros convecinos extranjeros sin papeles ni siquiera tendrán la tarjeta “sin recursos”. Habrá entonces pobres de dos clases: autóctonos con sanidad gratuita y extranjeros sin ella.
Marisa López