Por Raúl González
El Rayo Vallecano comenzó el partido como nunca lo había hecho en la temporada: con imprecisiones, errores en las entregas y la pérdida de la posesión. Un equipo irreconocible en la primera media hora del partido, que pagó caro su mala versión.
Un tempranero gol de Kroos (min. 13) adelantó al conjunto madridista, gracias a un disparo desde el punto de penalti ante el que nada pudo hacer Stole Dimitrievski. En la recta final del primer acto del choque, fue Karim Benzema (min. 38) el que aprovechó un fallo de comunicación entre Saveljich y Catena para ampliar la ventaja madridista en el marcador.
El conjunto rayista no paró de intentarlo en el primer tiempo, pero no tuvo acierto de cara a portería. Por ello, Andoni Iraola aprovechó el descanso para dar indicaciones a sus jugadores e introducir algunas variantes para intentar cambiar el resultado.
Y así fue. Desde el saque de centro de la segunda mitad, el Rayo Vallecano se hizo con la posesión del balón, metiendo al Real Madrid en su campo y teniendo claras oportunidades de gol. Sin duda alguna, la versión que la hinchada vallecana está acostumbrada a ver esta temporada.
Un gol de Falcao a más de cuarto de hora para el final (min. 76) provocó el descontento generalizado de la afición madridista, que silbó a su equipo y provocó un nerviosismo en el cuadro de Carlo Ancelotti.
Los de la franja tuvieron varios acercamientos peligrosos en los últimos compases del encuentro, con un remate de Bebé al poste, llegando a reclamar un penalti en la última jugada de partido e incluso teniendo que sacar la zaga merengue un remate bajo palos.
La hinchada rayista desplazada aplaudió a su equipo en este duro encuentro. Ahora, tras el parón de selecciones, el Rayo volverá a jugar en Vallecas después de dos semanas, junto a su afición, donde sigue invicto. El rival será el RCD Mallorca el lunes 22 de noviembre a las 21 horas.