Por Plataforma de Vallecas por la Escuela Pública
Ante la situación actual de aislamiento debido a la pandemia del Covid-19, se están dando en Vallecas situaciones complicadas en todos los aspectos que rodean a la educación y a la enseñanza.
Por todo esto denunciamos que la enseñanza online junto a la forma urgente y repentina de llevarla a cabo, han producido que aquellas familias con menos recursos, principalmente sin acceso a un ordenador en sus casas o sin conexión a Internet, no puedan seguir las clases ni realizar las actividades que se les envían desde los centros. Esto se empeora con los ERTEs y el aumento de la precariedad de las familias. La brecha social cada vez es mayor, pues el alumnado de entornos más favorecidos tendrá más facilidad para seguir el curso.
Las familias se están enfrentando a grandes dificultades en casa. A veces tienen que teletrabajar y al tiempo supervisar y controlar el trabajo que hacen sus hijos/as en casa, sustituyendo con dificultad la figura del profesor (muchas veces con un solo ordenador en casa o con un teléfono móvil). A esto se añade las dimensiones y condiciones precarias de las viviendas de muchas familias, donde en situación de confinamiento hay que combinar convivencia con trabajo y estudio, con problemáticas sociales no resueltas anteriormente.
El profesorado, por su parte, también se enfrenta a muchas dificultades. Tiene que implementar sobre la marcha y de urgencia, una enseñanza online, en un primer momento con una plataforma como Educamadrid que no está preparada, se satura y se bloquea frecuentemente. Además, debe aportar sus propios medios (ordenador, conexión a Internet), darse de alta en diversas plataformas y hacer cursos exprés, y organizar y buscar recursos didácticos y actividades para las materias que imparte.
El alumnado de segundo de Bachillerato se encuentra en una situación de incertidumbre. Siguen trabajando en sus casas para alcanzar los contenidos que tienen que estudiar para la EBAU.
Muchos/as trabajadores/as, principalmente de educación infantil de 0 a 3 años y de comedores escolares trabajan como personal de empresas privadas, en lugar de ser empleados públicos. La mayoría de estas personas han sufrido ERTEs con lo que se agrava la situación de precariedad de estos miembros de nuestra comunidad educativa.
Mientras que el personal de comedores escolares está siendo obligado a acogerse a un ERTE, la Consejería de Educación ha recurrido a Telepizza y Rodilla para suministrar alimentos a las personas beneficiarias de la RMI. La alimentación es esencial para un correcto desarrollo y esta medida no resulta coherente con la anterior medida de aumentar las horas de educación física para luchar contra la obesidad infantil. Es vergonzoso que las personas beneficiarias de comedores escolares estén recibiendo comida basura además de una irresponsabilidad por parte de la Comunidad de Madrid.
Exigencias
Por lo tanto, exigimos proteger y defender nuestros servicios públicos. La sanidad pese a su deterioro por recortes y privatizaciones, está siendo un ejemplo de servicio público y ante la escasez de recursos se apoya en la solidaridad para su supervivencia. Exigimos que la educación pública debe ser dotada también de recursos para reducir al mínimo la brecha social ya existente y que se está agravando con esta crisis del Covid-19.
Pero además, también consideramos que hay muchas personas haciendo esfuerzos por hacer las cosas lo mejor posible, creando redes de solidaridad y apoyo mutuo dentro de esta crisis.