POEKAS.
El pasado 2 de junio se nos paró un poquito el corazón a los componentes de Poekas. Nuestra amiga Elvira partió, con sus versos bajo el brazo, hacia otros escenarios donde seguir trascendiendo el misterio de unos valores humanos y poéticos como “un solo corazón que galopa sangre arriba”.
Grande en su calidad e inmensa en su sencillez, la biografía de esta gran mujer nos deja los latidos, las confesiones, los delirios de una escritora, periodista y poeta que a lo largo de su vida no supo callar, metáfora en mano, las indignidades de un mundo donde el gemido representa el latido vital de la actitud humana.
Rebelde y sensible, dulce y fuerte, declaraba: “Mi poesía tiene como principio y fin a la criatura humana, todo lo demás está subordinado a este valor.”
“Mis hijos, los amigos, la gente que me ama / se duelen con mis versos, me acusan de aferrarme / al lado oscuro del tiempo en que encallé.”
Sus hijos, sus amigos, la gente que le amó, siempre reconocerán en ella a aquella Elvira que, con apenas 17 años, se presentó en la Tertulia de los Poetas del Café Gijón y les espetó: “Soy Elvira Daudet, soy poeta, he escrito este libro y quiero publicarlo”.
Un abrazo eterno, querida amiga.