CRUZ ROJA MADRID.
En 2016, la organización humanitaria cumple seis años de intervención directa en Cañada Real, un trabajo que se basa en la detección de necesidades de la población y que se materializa con el desarrollo de itinerarios individualizados que permitan la mejora de la situación global de la familia y su entorno. Pero no trabajan solos. Una de las premisas de la institución es hacerlo de forma complementaria al resto de entidades, con el fin de evitar duplicidades, y así, entre todos, llegar a un mayor número de acciones en beneficio de la población.
Tras un análisis previo de la realidad de la zona, Cruz Roja comenzó a trabajar en Cañada Real en el año 2010, inicialmente con un único proyecto integral de Zonas Desfavorecidas en el sector 6 (Villa de Vallecas). Desde entonces, y hasta la fecha, la intervención de la organización se ha ido incrementando progresivamente, hasta desarrollar un total de cinco proyectos, entre los que se encuentran ocio con menores los fines de semana, la atención a personas drogodependientes en situación más degradada, la intermediación en patologías adictivas y la acogida integral a personas inmigrantes de Cañada Real.
Para llevar a cabo esta labor, Cruz Roja cuenta con la participación de 11 profesionales y cerca de 60 personas voluntarias, que se trasladan a la zona e intervienen a partir de situaciones específicas de cada una de las familias.
Respuesta integral
La estrategia de Cruz Roja se basa en potenciar las capacidades de las personas y grupos sociales en riesgo, favoreciendo su autonomía para propiciar la plena integración. De esta manera se trabaja también en Cañada Real, centrando el esfuerzo en desarrollar proyectos de intervención dirigidos a aquellos colectivos en situación de mayor vulnerabilidad, que en este caso serían los siguientes:
- Menores con dificultades educativas (desescolarización, absentismo, fracaso escolar, desfase curricular, adaptación a los centros educativos y carencias de ocio, entre otros).
- Situaciones socioeconómicas precarias (dificultades de acceso y/o desconocimiento de los sistemas de protección social).
- Situaciones de desempleo.
- Dificultades relacionadas con factores de salud (planificación familiar, hábitos saludables y personas afectadas por adicciones…).
En estos contextos, la estrategia de intervención que define el trabajo de Cruz Roja pasa por ofrecer respuestas integrales, dirigidas a menores, jóvenes, familias y a la comunidad en general, enfocando la intervención hacia aspectos que promuevan el fortalecimiento de las capacidades humanas, apostando por un enfoque comunitario y desarrollando acciones de carácter transversal en aspectos como la igualdad, la sensibilización y la interculturalidad, entre otras.
Para ello, Cruz Roja apuesta por una intervención basada en aspectos tales como:
- La optimización de recursos, mediante la sinergia y gestión del conocimiento compartido con otras entidades y Administraciones.
- La defensa de los derechos, especialmente en los ámbitos donde se sitúan las personas más vulnerables.
- El fortalecimiento de la participación en la comunidad.
- El fomento del voluntariado como base para la corresponsabilidad social.
Foto: Ignacio Monasterio