Familiares de residentes de la Residencia de Mayores Ensanche de Vallecas.
Somos un grupo de familiares de los residentes que hay en la Residencia de Mayores Ensanche de Vallecas, y escribimos este texto porque no estamos conformes con muchas de las cosas que acontecen en dicha residencia.
Es una residencia de la Comunidad de Madrid, pero con gestión privada. Primero fue Clece, y ahora es Aralia, porque en el concurso ha ofertado dar el mismo servicio por menos dinero. Esto es siempre lo mismo, porque son empresas privadas que van a obtener un beneficio: se plantea esto como un negocio, y si el dinero no sale de un sitio, se recorta de otro; da lo mismo que el servicio no salga y que los residentes no estén bien atendidos.
Nos sentimos engañados principalmente por la Comunidad de Madrid, que hace caso omiso a todas las reclamaciones que ponemos. De hecho da igual la reclamación que pongas y el motivo, que la respuesta siempre es la misma. Una respuesta estándar: que todo está bien y que estarán muy pendientes.
Podemos seguir con la gestión del centro, la cual deja mucho que desear. Los residentes acaban de desayunar sobre las 10:30, y a las 13:00 están comiendo. Pero claro, como están establecidas esas horas de comida, da igual que el antibiótico este prescrito cada ocho horas: se lo cascan en desayuno, comida y cena, que es a las 20:00. Si te quejas por esto, te dicen que necesitarían más personal para poder hacerlo bien, pero si les preguntas por el personal te contestan que tienen lo que está reglamentado por la Comunidad de Madrid.
Los errores en la medicación si no estás pendiente son habituales, y las facturas de farmacia se disparan si no las controlas. Las curas a los residentes nunca se hacen en la sala de curas, sino que se hacen siempre en el comedor, delante de todo el mundo.
La comida, durante el tiempo que ha estado el catering, ha sido para tirarla, porque ningún abuelo comía: tan solo los que no saben lo que comen. Ahora han vuelto a poner cocina propia, no sabemos qué pasará.
Respecto al servicio de lavandería, es totalmente desastroso: la ropa se pierde constantemente, se estropea en muy pocos lavados y se queda para tirarla; pero además es habitual encontrar a tu madre con la camiseta, jersey, falda o pantalón de alguien que no conoces y que se lo han puesto porque es lo primero que han pillado… Da igual que no sea suyo.
La limpieza, en general, deja bastante que desear, y en la tercera planta en concreto a menudo no se puede estar del olor a mierda —con perdón, pero literal— que hay, sobre todo en el pasillo central.
Se utiliza el mismo peine para varios, y la misma maquinilla de afeitar. Las limpiezas bucodentales y de ojos, si no estás pendiente, se las saltan; los pañales están restringidos a tres compresas y un pañal por residente por la Comunidad de Madrid, y si te hacen falta más te tienes que buscar la vida. Las actividades con los abuelos son mínimas, y el gimnasio está más días cerrado que abierto porque el fisioterapeuta está librando… Necesitaría un periódico entero para poder contar todo lo que no funciona.
La dirección del centro y sus técnicos son conocedores de todo esto, al igual que la Comunidad de Madrid, pero no hacen ni caso: nos engañan con buenas palabras que luego nunca se cumplen. Hace un año más o menos cambiaron a la coordinadora, y su frase era: “por favor, dadle tiempo, que acaba de aterrizar”. Ahora han cambiado a la directora, y la frase es la misma exactamente; mientras tanto todo sigue igual o peor.
Lo peor de todo esto es cuando se producen las caídas y los ingresos en los hospitales: simplemente te llaman y te comunican que tiene una fractura, que se ha hecho una brecha, que se ha dado un golpe… Pero cuando preguntas cómo ha pasado, todo el mundo se lava las manos y nadie sabe nada. Ningún departamento se hace responsable, y nadie sabe cómo ni porque ha pasado. Es más, la mayoría de las veces la respuesta es que ha sido otro abuelo. Te vas al hospital, y cuando en Urgencias te preguntan qué ha ocurrido, les dices con cara de tonto que no tienes ni idea porque en la residencia nadie te ha podido dar explicaciones de nada.
Fotos cedidas por los familiares de residentes