PROYECTO SALVALIBROS.
El 26 de junio inauguramos una biblio-ludoteca Salvalibros —gratuita y autogestionada— en el centro de salud Rafael Alberti, por iniciativa de las enfermeras del centro, que fue rápidamente secundada por el personal médico y administrativo.
Más de 2.000 niños asisten a este centro de salud, muchos de ellos de familias de inmigrantes y con escasos recursos. Esperamos que esta biblioteca sirva para que estos niños se familiaricen con los bienes compartidos, que motive a la lectura, que estimule su curiosidad y que enriquezca su expresividad. La biblioteca está ubicada en la sala de espera de Pediatría y Enfermería Pediátrica, un espacio amplio, luminoso y aislado del resto del centro de salud, lo que permitió instalar también un área de juegos.
Las enfermeras organizaron una simpática fiesta infantil de inauguración; decoraron el espacio con globos, prepararon diversas actividades de entretenimiento, colocaron colchonetas para mayor comodidad de los niños y fueron unas anfitrionas fantásticas. Nuestro más sincero agradecimiento por su entrega, ingenio y eficacia de su gestión.
Los niños no esperaron al comienzo de la fiesta para disfrutar de los libros; apenas llegaban se dirigían a la biblioteca buscando algo “especial” y se instalaban en las colchonetas para leer con comodidad. Una mesa y sillas pequeñas dan cobijo a unos cuantos juguetes, con los que los niños montan sus propias historias.
Los enfermeros en prácticas construyeron un teatrillo con una caja de cartón canaleta que Ana y Concha —enfermeras del centro de salud Campo de la Paloma— utilizaron para representar una breve historia con títeres, con la que se iniciaron las actuaciones. A continuación, las enfermeras realizaron un cuentacuentos participativo para recordar a los niños la importancia de lavarse las manos con frecuencia y cómo hacerlo.
Los enfermeros en prácticas también representaron un cuento en el teatrillo, versión libre de Caperucita y el lobo, para hablar de la alimentación infantil saludable. Para concluir, un joven vecino colaboró con un espectáculo de magia que cautivó a niños y adultos. Entre una y otra actuación, Marisa —el “alma” de esta iniciativa— sorprendió a niños y adultos con unos coloridos y sabrosos pinchitos de plátano, chocolate y gominolas.
Estamos encantados con la actitud participativa del personal y de los vecinos de los centros de salud de Vallecas. De ellos depende la autogestión de las bibliotecas, por lo que estamos seguros que serán experiencias exitosas y que seguirán creciendo por la iniciativa vecinal.
En el mes de julio esperamos poder inaugurar más bibliotecas infantiles Salvalibros en los centros de salud Federica Montseny y Campo de la Paloma, con quienes ya estamos en conversación.
Más información: proyectosalvalibros.wordpress.com