Santa Eugenia se vistió de verde

Los vecinos tomaron la iniciativa para ampliar su patrimonio arbóreo el 1 de noviembre

Los más pequeños de la casa tampoco se quisieron perder esta cita con la naturaleza. Foto: A. Domínguez

Por Araceli Domínguez

Bajo el lema ‘Piensa globalmente, actúa localmente’, la Asociación Vecinal La Colmena impulsó una jornada de plantación comunitaria para enriquecer el patrimonio verde de Santa Eugenia, con un especial protagonismo para la recuperación de una especie singular perdida tras la Filomena de 2021.

El pasado 1 de noviembre, el barrio conocido por su excepcional riqueza arbórea, se vistió de verde para celebrar el Día del Árbol. No se trató de una plantación cualquiera, sino que fue un acto de comunidad, de resiliencia y de amor por el entorno, protagonizado por los propios vecinos. En dos zonas diferentes, entre los bloques 12-15 y 29-33 de la calle de Fuentespina, residentes de todas las edades se dieron cita para sembrar el futuro, árbol a árbol.

La jornada, que se desarrolló entre las 11 y las 13 horas, contó con la colaboración esencial del Ayuntamiento de Madrid, a través de la Subdirección General de Conservación de Zonas Verdes y Arbolado Urbano, que autorizó la actividad y suministró los ejemplares para la plantación. Sin embargo, el verdadero corazón del evento latió gracias a la implicación de los residentes, las asociaciones y los colegios del barrio.

Varios vecinos plantan un árbol. Foto: A. Domínguez

Un árbol con historia

Si algo distinguió esta edición fue la plantación de un ejemplar muy especial, una casurina cunninghamianad. Esta especie, que es extremadamente rara en Madrid, tenía hasta hace unos años un pequeño hogar en Santa Eugenia, con cinco ejemplares en la calle de Poza de Sal hasta que la borrasca Filomena en 2021 causó estragos en ellos y, finalmente, fueron talados.

Pero la historia no terminó ahí. “Hubo una serie de rebrotes que, con la colaboración de la comunidad y de su portero y presidente, nos posibilitó coger unos esquejes en abril de 2024”, explican desde La Colmena. Con la ayuda de la Escuela de Agrónomos de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) y de la Huerta Eugenia, esos esquejes lograron enraizar y crecer.

Un proyecto con visión de futuro

El objetivo de esta celebración fue más allá del acto simbólico, ya que trató de enmarcar en un proyecto a largo plazo para seguir enriqueciendo el Jardín Botánico Urbano de Santa Eugenia, un espacio que alberga más de 128 especies de árboles, algunas tan singulares como un sabino o un ciprés de los pantanos.

Tras la plantación del 1 de noviembre, el barrio de Santa Eugenia cuenta con siete nuevos acer campestre elsrijk, dos magnolios y cinco cerdus deodara.

La filosofía, como indicaron los organizadores, fue buscar “la calidad y la variedad sobre la cantidad”. Por ello, se seleccionaron especies que no estaban presentes en el barrio, diversificando así su patrimonio verde para mejorar la calidad del aire, sostener la biodiversidad y ofrecer oportunidades educativas a los vecinos.

Con palas, tierra y mucha ilusión, los vecinos de Santa Eugenia demostraron que, actuando localmente, se pueden crear pulmones verdes y fortalecer los lazos de una comunidad que cuida de su entorno, y asegura vida y futuro para las generaciones venideras.

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