Por Isa Mendi
Utopía es el nombre del huerto urbano comunitario que inició su andadura en marzo de este año en un terreno abandonado situado entre la Avenida de Palomeras y la calle de Juan Mazo. El proyecto nació en el seno de la Asociación Vecinal Puente de Vallecas-San Diego y ha contado con la ayuda de la Unidad Distrital de Colaboración (UDC) del distrito, proyecto de la Vicealcaldía del Ayuntamiento, gestionado por la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), que se ha encargado, entre otras tareas, de construir los bancales y de montar parte del riego.
La zona verde cuenta con una superficie total de 950 metros cuadrados, de los cuales 450 serían espacio cultivable, dividido en nueve bancales. Tres de ellos están gestionados por la propia asociación Puente Vallecas-San Diego y por los colectivos vecinales Palomeras Bajas y Albufera Norte-La Ciudad del mediodía. Otros tres espacios son trabajados por un total de 15 hortelanos independientes y los tres últimos están reservados para la enseñanza y talleres, entre ellos el proyecto del colegio Mater Clemente.
Además, el huerto dispone de un perímetro de unos 146 metros reservado a plantas aromáticas, ornamentales y arbustivas con el objetivo de mantener la biodiversidad. Por otro lado, cuenta con un espacio reservado a zona de sombra donde se podrán realizar charlas, formación y eventos culturales diversos, junto a la caseta para guardar herramientas y aperos necesarios para los trabajos propios del huerto. Por último, existe una zona destinada a la compostera.
Aunque para trabajar en los bancales es necesario ser miembro del huerto, cualquier persona interesada en conocer esta iniciativa puede concertar una visita guiada con los propios hortelanos o través del correo electrónico huertoutopiavk@gmail.com.
Antiguo espacio degradado
“En marzo pusimos en marcha el Huerto Urbano Comunitario ‘Utopía’, un espacio vecinal integrado en el barrio y que se sustenta en los principios sociales y medioambientales de la asociación, como recuperar espacios degradados y convertirlos en lugares útiles para toda la vecindad, crear espacios verdes que mitiguen el efecto invernadero, generar un espacio terapéutico, vinculado con la salud y el bienestar personal, un espacio social, que ayude a establecer lazos entre los vecinos y vecinas que participan en él, y un espacio lúdico en el que los niños y niñas del barrio puedan aprender, descubrir y experimentar un proceso de cultivo en un entorno urbano”, explica el presidente de la Asociación Vecinal Puente de Vallecas- San Diego, Jorge Nacarino.
El portavoz vecinal recuerda que Puente de Vallecas refleja, como indicadores más desfavorables, los altos índices de vulnerabilidad urbana y la isla de calor que genera el incremento térmico en los meses de verano favorecido por la densidad urbana y la falta de espacios verdes, especialmente en San Diego. “Según el plan de infraestructura verde y biodiversidad del Ayuntamiento de Madrid, el barrio de San Diego es el más desfavorecido en cuanto a arbolado y superficies de zonas verdes con 2 árboles por cada 100 habitantes cuando la OMS recomienda que los entornos urbanos tengan al menos 33 árboles por cada 100 habitantes”, añade.
“Entendemos las ciudades, y especialmente los barrios, como espacios clave para hacer frente a los retos sociales, medioambientales y económicos desde un enfoque de sostenibilidad y equidad, como marca la Agenda de Desarrollo Sostenible 2030, especialmente desde su ODS 11 ‘Ciudades y Comunidades Sostenibles’ para lograr que sean seguras, inclusivas y resilientes”, concluye Nacarino.