Por Olivia Anders/ Redacción
Mónica García (Madrid, 16 de enero de 1974), licenciada en Medicina y Cirugía por la Universidad Complutense y líder de la oposición en la última legislatura, asegura que ha llegado el momento del cambio en la región. En esta entrevista con Vallecas VA no duda en asegurar que los madrileños se están jugando su modelo social y de vida. “La sanidad madrileña no aguanta cuatro años más y hemos llegado a un punto de inflexión”, enfatiza.
Pregunta: ¿Qué análisis hace de la situación actual de Puente y Villa de Vallecas?
Respuesta: Existen unas necesidades compartidas con el resto de la región que tienen que ver con el cuidado de lo común, de nuestros centros de salud, de nuestra salud mental, de todo lo relacionado con ese tejido público que además Vallecas ha peleado tanto. En concreto, Vallecas tiene que dejar de ser un barrio aislado y abandonado por el gobierno de Almeida y del PP, en general, que dicen, por ejemplo, con el tema del ‘scalextric’, que no merece la pena. Como si hubiera ciudadanos de primera donde sí merece la pena hacer infraestructuras y ciudadanos de segunda.
P: ¿Qué planes tiene Más Madrid para el Hospital Infanta Leonor?
R: Ese hospital se construyó poniendo por delante el negocio a las necesidades de los ciudadanos. Des-pués de casi 15 años, el acceso directo desde Vallecas está sin hacer. Un clásico del PP que, en vez de hacer de la necesidad virtud, hace de la necesidad negocio. Ha seguido desguazando nuestra sanidad después de la pandemia, con la Atención Primaria y con los Centros de Salud Mental, como el de Peña Prieta, que lleva muchos años siendo atacado con toda el área única, con desarraigar los centros de su propio entorno y de su propio barrio. Hay que cuidar a nuestros profesionales, dejar de insultarles y de maltratarles, y co-nectar a los barrios a través de sus centros de salud, sus centros de salud mental, colegios e institutos.
P: ¿Cree necesario promover un gran pacto por la FP junto a empresas y agentes sociales?
R: Nos hemos reunido con más de 200 empresas y una de sus demandas es que la formación no se está adecuando a las necesidades del futuro. Tenemos un campo casi virgen por explotar, que es el de la transición ecológica y energética, que Europa nos está dando dinero para que lo hagamos. Y aun así tenemos un bloqueo por parte de los gobiernos de Ayuso y de Almeida. Nos hemos dejado 33.000 chavales sin la posibilidad de poder tener un futuro laboral. Esto tiene que ver con políticas elitistas donde con una falsa meritocracia solo llegan los han heredado esa hoja de ruta. Y tiene que ver con tener ciudadanos de primera y de segunda, con esa brecha social que afecta a la esperanza de vida, al empleo joven, al ocio y a las oportunidades. Y eso hay que romperlo, porque no es solamente un lastre para los barrios del sur, sino para toda la región y para el futuro.
P: Los vallecanos están sufriendo los retrasos en las líneas de Cercanías, y a partir de julio, cierra la línea 1 de Metro. ¿Qué propuestas tiene para solucionar estos problemas?
R: Han sido varios los gobiernos centrales los que han abandonado Cercanías. No solamente es una inversión actual, sino que hay que revertir esa infra financiación que llevamos arrastrando. Quieren que paguemos con tiempo lo que para ellos sería deseable que pagáramos con dinero. Con respecto a la línea 1, las mejoras se podían haber hecho del tirón, con una solución definitiva, no una chapuza. No hay ningún plan en la cabeza del PP para hacer una mejora integral de la movilidad de Madrid. Nosotros proponemos autobuses de alta velocidad, carriles bici y una movilidad sostenible.
P: Los vecinos del entorno de la incineradora de Valdemingómez llevan muchos años pidiendo su cierre, ¿cuál es su hoja de ruta al respecto?
R: Aquí, nuevamente, igual que con la movilidad, está todo por hacer, igual que con la transición ecológica. El anterior Ayuntamiento, con Manuela Carmena y Rita Maestre, inició la vía para ir cerrando Valdemingómez y Almeida la cortó. Hay que dar una solución integral y ver la problemática de los residuos desde el punto de vista del ciudadano, no desde el punto de vista del negocio. Valdemingómez es un problema de salud, y porque es un problema que no puedes posponerlo eternamente. Tarde o temprano hay que solucionarlo.
P: En las elecciones de 2021 el PP fue la fuerza más votada en las dos Vallecas. ¿Cuál cree que es la clave para recuperar la confianza de los electores?
R: El espíritu de estos barrios sigue siendo comprometido, progresista, que hace comunidad, frente al individualismo y el egoísmo que representa el PP. Realmente el espíritu de Vallecas ha sido la intervención y la cohesión ciudadana, porque han sido las asociaciones de vecinos las que han levantado los barrios. Ese espíritu comunitario sigue existiendo y se sigue trasladando a las opciones progresistas. La suma de todas las opciones progresistas aquí siempre da más que la opción conservadora. Es verdad que ellos aprovecharon muy bien una propaganda en un momento de la pandemia, de fatiga y de estrés emocional. Pero esa aura del PP de la señora Ayuso se le rompió en cuanto la libertad cambió de bando y se materializó en las cosas cotidianas, en que no tengas el único ‘scalextric’ de toda la ciudad y en que tengas un barrio cohesionado. El PP no cree en ese modelo de cooperación, de comunidad y de sociedad.
P: ¿Entonces se muestra optimista de cara al 28-M?
R: Tenemos ilusión, porque nos estamos jugando mucho. Nos estamos jugando los ejes y los andamios de todo nuestro modelo social y de vida. Llevamos una representación muy amplia de Vallecas en nuestras listas, porque es ese ecosistema que habéis creado en algunos barrios, que os hace ejemplares y que os hace el modelo a seguir desde un punto de vista político en el que nos gusta la política de barrio, la política común y la política de las asociaciones vecinales.