Por Christian Rodríguez
Mónica Braojos (1998) es una de las ‘guerreras’ del primer equipo del Rayo Vallecano Femenino que actualmente juega en 1ª RFEF. La centrocampista franjirroja, tercera de cuatro hermanos, nació en el municipio de Bargas (Toledo), lugar donde empezó a dar sus primeras patadas a un balón y donde comenzó su amor por el fútbol.
Pregunta: Antes de nada, ¿cómo definirías a Mónica Braojos en tan solo tres palabras?
Respuesta: Me considero una chica bastante exigente, seria y comprometida.
P: ¿Qué fue lo que te motivó a convertirte en futbolista?
R: En mi familia siempre ha estado muy presente el fútbol. Dos de mis tíos jugaron y es algo que me ha gustado desde muy pequeña. Yo no quería muñecas, quería balones de fútbol y guantes de portera, porque de pequeña también me gustaba ponerme bajo palos. Mi padre y mis hermanos siempre salían a la calle a jugar y yo iba con ellos. Allí también me juntaba con mis amigos, los vecinos del barrio, etc…
P: ¿Tienes algún ídolo que haya marcado tu infancia?
R: David Beckham. Siempre me fijaba en cómo jugaba, en cómo conducía el balón, en los centros que ponía y, sobre todo, en cómo tiraba las faltas.
P: ¿Algún otro jugador o jugadora en el que te gustara fijarte?
R: Como he dicho, cuando era pequeña siempre me fijaba en David Beckham. Ya cuando fui creciendo y el fútbol femenino se empezó a conocer más y a ser más accesible, me gustaba mucho Silvia Meseguer.
P: ¿Dónde y cómo empezaste a jugar al fútbol?
R: Empecé a jugar en el equipo de mi pueblo con 8 años. Después jugué un año al tenis para poder coincidir al año siguiente en fútbol con mi hermano pequeño, que jugaba al futbol sala desde los 6-7 años y ya había participado en algún que otro partido con él.
P: De no haber sido futbolista, ¿qué te habría gustado ser?
R: La verdad que siempre he tenido claro que quería ser futbolista. Esa ilusión me acompañó desde siempre y nunca he pensado en dedicarme a otra cosa.
P: ¿Recuerdas tu debut en el fútbol profesional? ¿Qué sentiste?
R: Sí, claro que lo recuerdo y es algo que tengo muy presente. Sentí una felicidad inmensa. Es cierto que no fue mucho tiempo el que pude disfrutar jugando, pero fue de los momentos más felices de mi vida. Ver a mis padres y a mis hermanos tan emocionados fue algo indescriptible. El abrazo de después del partido y esa sensación de “lo has conseguido” es algo que es muy difícil de explicar con palabras. Recuerdo que al día siguiente tenía clases y, cuando llegué, todas mis amigas me dieron la enhorabuena y eran ellas mismas las que enseñaban a los profesores fotos y vídeos de mi debut. Yo solo recuerdo estar en una nube… fue un momento muy especial e irrepetible.
P: El Rayo Vallecano te dio a conocer en Primera, pero antes ya pasaste por categorías inferiores del Atlético de Madrid… ¿de qué equipo es Mónica Braojos?
R: A ver… siempre tendré al Rayo Vallecano en mi corazón y le apoyaré esté donde esté… pero soy del Atlético de Madrid desde que nací.
P: ¿Y por qué decidiste fichar por el Rayo?
R: Siempre me llamó la atención el Rayo. De hecho, tengo una anécdota que con los años me he dado cuenta de la verdad que es eso de que todo pasa por algo. Antonio Merino creó una selección femenina en Gerindote, llamó a unas cuantas compañeras y fuimos a jugar un partido al campo que hay justo detrás del Estadio de Vallecas. Ese día perdimos 5-1 y yo metí el único gol de mi equipo. Cuando terminamos el partido, fueron a hablar con mi padre para que me quedase a jugar aquí, pero por aquella época no disponíamos de los medios suficientes como para poder desplazarnos desde mi pueblo. Lo cierto es que se me quedó esa espinita clavada y nunca perdí la esperanza de poder jugar en el Rayo Vallecano. Así que, cuando terminé fichando por este club, me di cuenta de que había tomado la mejor decisión. Me sentí una más desde el primer momento en la gran familia rayista y decidí fichar porque necesitaba recuperar la ilusión y el motivo por el que empecé a jugar al fútbol. Y el Rayo, en muy poco tiempo, me devolvió todo eso y más y me hizo volver a creer en mí misma y a disfrutar con lo que hago.
P: Aunque todavía eres muy joven, ¿qué dirías que es lo mejor que te ha dado el fútbol hasta ahora?
R: La felicidad y la ilusión que siento cada vez que juego y el ver a mi familia y a mi gente orgullosos de mí. Salir al césped y disfrutar de lo que te gusta… no tiene precio.
P: ¿Y lo peor?
R: Pues hay momentos que, bien por una situación que estés atravesando o por tu misma cabeza, te machacas psicológicamente y a veces eso es muy difícil de gestionar. Lo peor que me ha dado el fútbol ha sido la ansiedad y el estrés acumulado que tuve durante una etapa de mi vida.
P: ¿Qué fue lo que más te ayudó a ti a superar esa dura etapa de tu vida?
R: Ufff… es muy, muy duro controlar una situación así. Por mi cabeza pasó incluso el dejar de jugar al fútbol y tuve momentos donde pensaba: “¿Para qué juegas al fútbol? ¿De verdad merece la pena invertir tanto tiempo de mi vida en esto?” Me afectó muchísimo a nivel mental y anímico. Pero lo que más me ayudó fue refugiarme en mi familia y en mis amigos. Me apoyaba mucho en ellos. Los que te quieren de verdad, nunca van a dejarte sola e intentarán hacer que te sientas lo mejor posible. Fichar por el Rayo Vallecano y cambiar de aires creo que fue también una decisión que significó un gran paso para empezar a cambiar mi mentalidad.
P: ¿Tienes algún ritual antes de salir a jugar?
R: Cuando salgo a calentar me como un chicle y, cuando entramos al vestuario para cambiarnos, tengo que tirar ese chicle y coger otro. También, a la hora de entrar al césped, nunca piso la línea blanca de la banda y me quedo mirando al cielo durante unos segundos.
P: ¿Escuchas música o haces alguna otra cosa que te motive antes de los partidos o entrenamientos?
R: Necesito ir todo el camino escuchando música, ya sea con auriculares o en el coche. Cuando llego al vestuario, me siento en mi sitio y escucho terminar la canción o continúo escuchando música, dependiendo del tiempo que tenga.
P: ¿Y qué tipo de música te gusta escuchar?
R: Escucho de todo un poco. Tengo una lista con un mix de todo, pero suelo escuchar bastante flamenco y reggaetón.
P: ¿Sigues o practicas otros deportes?
R: Me dedico casi por completo al fútbol, jugando y entrenando a niños prebenjamines.
P: ¿Estudias o trabajas fuera de lo que es el fútbol profesional?
R: Aparte de entrenar niños como he dicho, también estudio un Grado Superior de Integración Social.
P: ¿Qué valores intentas enseñar a tus niños?
R: A esa edad, la prioridad es que tienen que disfrutar, aprender y ser respetuosos con los compañeros. Entiendo que muchos niños son muy competitivos y solo quieren ganar… yo también les intento enseñar que está bien ser competitivos, pero están en edad de disfrutar y pasárselo bien con el balón.
P: ¿Que les dirías a esos niños y niñas que ven en su entrenadora un espejo en el que mirarse?
R: Pues les diría que esto requiere mucho esfuerzo… muchísimo. Y que la mayoría de las veces, casi nadie ve todo ese esfuerzo y tiempo dedicado. Da la sensación de que no importa cómo fue el camino, sino solamente los resultados obtenidos. Pero en realidad es ese camino el que hay que disfrutar. Con esfuerzo y trabajo todo llega.
P: Estudiante, entrenadora, futbolista… ¿cómo es un día normal en la vida de Mónica Braojos?
R: Me levanto temprano y voy a entrenar. Cuando salgo del entrenamiento, almuerzo en Madrid y me queda bastante tiempo hasta empezar el entrenamiento con los pequeños. Entonces me quedo estudiando, haciendo trabajos, preparando los entrenamientos, etc… Cuando acabo con los niños, llego a casa para la hora de cenar, hablo un poco con mis padres y mi familia y a descansar hasta el día siguiente.
P: ¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre?
R: Tengo hobbies muy sencillos: disfrutar de mi familia, ver a mis amigas, irme al campo con mi perro…
P: Entonces del 1 al 10, ¿cómo es para ti de importante el fútbol en tu vida?
R: Un 10… el futbol es de las cosas más importantes y esenciales que tengo en mi vida.
P: ¿Crees que el fútbol masculino y femenino deberían de estar a la par?
R: Sí, creo que deberíamos de dejar de hablar de fútbol masculino y fútbol femenino y referirnos a ello como fútbol en general.
P: ¿Qué cambiarías del mundo del fútbol?
R: Se deberían de equiparar los recursos a nivel de material, instalaciones o posibilidades para que los equipos puedan tener un mayor disfrute y puedan enfocarse de una manera más profesional.
P: Una jugadora de fútbol profesional, ¿puede vivir tranquilamente con su salario?
R: Vivir tranquilamente es muy subjetivo para cada persona, pero las cosas van mejorando. Todo se va profesionalizando y poco a poco se va llegando a un punto de decencia que antes no existía.
P: ¿Se liga más o menos cuando dices que eres futbolista?
R: La verdad es que se liga más. El fútbol mueve mucho y hay gente muy curiosa que parece que le gusta más el hecho de que te dediques al fútbol o a cualquier otro deporte.
P: ¿Notas que la gente es menos sincera contigo o muestran más interés en ti solo por ser futbolista profesional?
R: Ha habido de todo, pero sí es verdad que hay gente que solo se acerca a ti por interés o con el fin de conseguir algo en especial y ya está.
P: El Rayo Femenino no atraviesa su mejor momento… ¿crees que se está actuando correctamente dentro del club o que se puede mejorar?
R: Al final, las opiniones de cada uno son particulares. En verano tuve opciones de salir y renové. Llevo en el Rayo Vallecano 4 temporadas y claro que hay cosas que mejorar. Supongo que cualquier compañera en cualquier equipo verá carencias o aspectos a mejorar de su club. Al final, como jugadora, buscas el sitio en el que tú crees que vas a estar mejor y ser más feliz. Yo llevo 4 temporadas aquí, con sus cosas buenas y con las malas.
P: La afición se vuelca en cada partido, ¿cómo se siente desde dentro ese apoyo?
R: Nosotras lo que notamos es que la gente que va a vernos nos apoya de verdad, como una familia. Es importante sentir ese cariño, porque el Rayo es un club de barrio, con una afición muy cercana.
P: ¿Has tenido algún entrenador o alguna compañera que te haya marcado en tu carrera?
R: Sí, claro. Soy la jugadora que soy porque he tenido la suerte de coincidir con grandes personas que me han hecho aprender y disfrutar de ellos y de su concepto del fútbol. Pero en especial hay dos entrenadores que me han marcado mucho y, entre ellos, está la persona que me hizo debutar en Primera División. Confió en mí y a día de hoy lo sigue haciendo. En cuanto a compañeras, tengo que mencionar en especial a todo el vestuario que tuve estos años pasados en el B… desde que llegué al Rayo, ha sido mi pequeña gran familia. Pero, sobre todo, mi capitana Anita Blanco, que representa en todos sus sentidos los valores del Rayo Vallecano y me transmitió lo que era ser del Rayo desde el primer día. Es una persona muy importante en mi vida.
P: ¿Hay compañerismo y buen ambiente en el vestuario del Rayo Femenino?
R: Siempre. Es algo que te engancha. He tenido la gran suerte de conocer gente genial y mantenemos ese buen rollo incluso fuera de los vestuarios.
P: ¿Qué o quién se te viene a la mente cada vez que marcas un gol?
R: Mi familia, pero sobre todo mi padre. Él es mi gran referente y solo hablar de él hace que me emocione, porque para mí es el pilar fundamental de mi vida. Soy lo que soy en gran parte gracias a él. En mi casa siempre han trabajado mucho para que tanto a mí como a mis hermanos no nos faltara de nada y mi padre siempre ha sido especial para mí. Tengo grabados mis goles del año pasado y me emociono cuando lo celebro abrazándome con él o le tiro besos. Me gusta sentir que cada gol mío es por y para él.
P: ¿Qué virtudes y defectos crees que tienes como futbolista?
R: Soy muy trabajadora y seria con lo que hago. En cuanto a lo negativo… soy un poco cabezota y, en algunos momentos, me puede la frustración.
P: ¿Cuál es tu mayor logro y tu momento más doloroso en tu carrera futbolística?
R: Mi mayor logro fue debutar en Primera División. El volver a disfrutar del fútbol y el placer de poder conocer a gente que, a día de hoy, siguen a mi lado. En cuanto a momentos dolorosos… he tenido varios, pero sobre todo diría cuando me marché del Atleti y una lesión de rodilla que tuve en la que tardé más tiempo del previsto en recuperarme. El no notar mejoría y el no poder aportar dentro del terreno de juego, me hacía sentir bastante triste.
P: ¿Te arrepientes de algo en tu carrera?
R: No. La verdad es que hace unos años te hubiera dicho que sí, pero a día de hoy no me arrepiento de nada. Creo que cada decisión que he tomado, haya sido más o menos correcta, me ha llevado hasta aquí y, si echo la vista atrás, ha sido un camino duro, no lo puedo negar, pero he sido muy feliz y ahora mismo, a nivel deportivo, también lo soy.
P: Para terminar… ¿cómo te ves de aquí en 10 años o cuando dejes de ser futbolista?
R: Pues me gustaría recordarme jugando en la élite y al máximo nivel. Saber que he sido feliz y he disfrutado por el camino. Me encantaría dedicarme a lo que estoy estudiando y seguir entrenando. Continuar dentro del mundo del fútbol de una manera u otra.