Por Luis Carlos Ríos
Palestina no solo se manifiesta en Oriente Próximo y como blanco de bombas. El país lo encarnan sus gentes, que viven entre la diáspora y el anhelo por retornar. Mai es la Palestina viva, mujer e indómita, el país que baila y que ríe, pero que también sufre. Vallecas es su casa, pero su hogar está en el Levante mediterráneo. En un Estado Palestino cercado, fragmentado y ocupado, pero que resiste en el relato. Narrado en el Parque de las Siete Tetas se percibe lejano. Mai es un recordatorio de que ni tan lejos, ni hace tanto. Esta vallecana de adopción es una de las protagonistas del corto documental, ‘Rajaá. Volver a Palestina’ (2021), un testimonio de esa cercanía, que llega hasta Vallecas.
Pregunta: ¿Cuánto tiempo llevas en España?
Respuesta: Diez años… Un poco ya más, once.
P: ¿Te sientes española, te sientes de Vallecas…?
R: No, no me siento española, me siento medio vallecana (risas), palestina vallecana. Española no. Desde luego que no.
P: ¿Por qué?
R: Porque España no me identifica. Para mí el Estado español es otro estado parecido a cualquier otro, sionista (…). Pero con el pueblo sí, el pueblo catalán, el pueblo vasco, el pueblo vallecano… donde hay pueblo que lucha por su identidad. Entonces sí, ahí sí me siento cómoda (…) También en Vallecas me siento muy cómoda. He vivido en Vallecas casi todos los años que he estado aquí, y no salgo de Vallecas. Intento salir, por el tema de los alquileres, y tres o cuatro meses, después vuelvo. No sé, me siento cómoda. Tiene su encanto.
P: ¿Y a qué te dedicas?
R: Trabajo en albergues de personas sin hogar como auxiliar de Servicios Sociales y me busco la vida desde esta parte (…). En mi tiempo libre soy profesora de baile, baile palestino, ‘dabke’. Eso lo hago de forma totalmente voluntaria y lo estamos tomando como militancia. No es como profesionales, pero por eso mismo, como es militancia, intentamos presentarlo de la mejor manera. El baile también tiene una historia bonita en Palestina. Lo utilizamos como una lucha, como una vía de llegar a la gente (…) Las letras de la música que utilizan hoy en día hablan de Palestina, del derecho al retorno, de la tradición… Esa es la manera que a mí me gusta. A través de la cultura, así llegas al pueblo.
P: Selena Pizarro (la directora del documental) dice que ‘Rajaá. Volver a Palestina’ es un corto feminista. ¿Por qué usa ese adjetivo?
R: Porque Selena es una feminista y ha trabajado con movimientos feministas. Todas las que hemos trabajado en este documental somos mujeres. Por eso. También utilizamos el feminismo porque la causa palestina es una causa feminista.
P: ¿Sí? ¿Por qué?
R: Sí, hay movimientos feministas muy fuertes en Palestina. Soy una feminista y he venido a España con movimientos feministas. Entonces siempre intentamos llegar a la gente desde ahí. Palestina es también un país árabe, musulmán. Hay una mirada hacia allí que no es correcta. A mí la gente que me ve, la primera pregunta siempre es: ¿eres palestina? Se flipa la gente. Entonces, ¿qué entendemos del feminismo? El feminismo no tiene nada que ver con la religión, no es que una mujer tapada no sea feminista. Ese es un movimiento que es muy grande en Palestina. Mi madre misma es una mujer mayor, que se pone su pañuelo, pero es una mujer feminista. Entonces hemos querido dar esta visión de Palestina, donde la gente siempre dice: “¿dónde están las mujeres palestinas?” Están, pero ellos no las quieren ver.
P: ¿Cómo casáis el islam con el feminismo?
R: El islam es una religión. El feminismo es un movimiento que reivindica unos derechos. Entonces no tienen nada que ver. En Palestina hay mujeres en el frente, trabajando. La mujer tiene un papel súper importante en la lucha palestina desde hace mucho tiempo.
Se me ocurre el paralelismo con las mujeres kurdas
Yo siempre digo esto. La mujer palestina lleva luchando más de 70 años, pero la gente no sabe nada de ella, porque no les interesa. No es interesante ver ahora que las mujeres palestinas están luchando. Interesa verlas desde otro ojo, como mujeres tapadas, que la sociedad es machista, y todo esto para justificar los ataques a Palestina (…) Hemos intentado en este documental que se hable de mujeres, mujeres palestinas viviendo en el exilio.
P: Es una doble lucha, de alguna manera, contra el ocupante…
R: Y contra el machismo, contra la religión y contra la tradición. Entonces, claro, el papel de la mujer palestina es muy importante, muy duro.
P: ¿Intentaste volver a Palestina con tu pasaporte español?
R: Sí.
P: Y no lo conseguiste
R: No.
P: ¿Por qué?
R: Porque soy palestina. Hay una ley israelí que establece que por ser palestina no entras a Palestina.
P: ¿Así?
R: Así, y me lo han dicho. Me decían, ¿eres palestina?, y yo contesté que sí. Pues entonces tú no puedes entrar a Palestina. Para mí, utilizar el aeropuerto de Tel Aviv es como normalizar que el Estado de Israel existe, y para mí no existe. Pero bueno, he hecho mucho ejercicio, hablé conmigo misma… Es mi sueño. Es un sueño ir a Palestina. Entonces he dicho venga, ya tengo el pasaporte español, me voy ahí como ciudadana española y con mis amigos españoles. Ellos han entrado en un segundo, pero en un segundo, ni una pregunta. Y yo he estado toda la noche ahí, intentando entrar y no me han dejado. Ha sido muy fuerte para mí. Soy española les decía a ellos. Y ellos no, no, no, eres palestina. Y yo claro, en ese momento decía “hay que fastidiarse”, encima que defiendo que soy española… Y por ser palestina no entras (…) Unas horas ahí largas y lo pasé muy mal.
P: ¿Recuerdas algo de Palestina?
R: Nací en un campo de refugiados en Egipto (…) Mi recuerdo de Palestina es cómo conocí a mi familia. Rafah (el Paso de Rafah) es la frontera palestina (con Egipto). Desde allí, conocí a mi familia, a través de un muro. Ese es el recuerdo que tengo de Palestina, el muro. Conocí Palestina así. A través de un muro hemos celebrado cumpleaños, hasta casi bodas… Siempre ha sido mi sueño estar del otro lado. Entré en la Franja de Gaza en el 2000 y ahí empecé a conocer a la gente, pero ha sido super duro (…) Pienso que Palestina es muchas Palestinas.
P: ¿En qué sentido?
R: En que la tierra no es la misma. Está ahora mismo la Franja, bloqueada totalmente. La otra parte, la Norte, está muy ocupada, reconocida como Israel, pero viven palestinos. Está Cisjordania, que es un trozo de tierra en donde cada uno vive como puede (…) Entonces yo no lo conozco casi, solamente conozco la Franja y los recuerdos que tengo del campo.
P: Si mañana Israel dice “nos retiramos de los territorios ocupados”, ¿te ves cogiendo un avión inmediatamente a Palestina?
R: Sí, sí, sí. Para mí, mi tierra es mi tierra. Yo no sé si voy a vivir ese momento en que Palestina esté totalmente libre. No sé. Es muy complicado hoy en día. Es como un sueño, o un engaño decirlo. Yo no me voy a engañar, no va a pasar ahora, pero sí. Quiero coger mi mochila e ir a vivir a Palestina ahora. Ese es el nombre del documental, “vuelvo”. ‘Rajaá’ significa “vuelvo”. No volveré, vuelvo. Yo quiero volver.