Por Raúl González
Iñaki Reyes, profesor del colegio GSD Las Suertes de Vallecas, es el autor de ‘El Origen del Bien’, su primera novela. Es una obra que cuenta la historia de un joven profesor de filosofía en Madrid que, tras una infancia y juventud peculiares, disfruta ahora de una vida cómoda, llena de romances, ligues y placeres mundanos. En esta entrevista se define como un amante de la lectura y del deporte, al tiempo que se considera una persona normal, llena de inquietudes e intereses.
Pregunta: ¿Por qué ha decidido llamar a su obra el ‘Origen del Bien’?
Respuesta: Elegí este título por varias razones, pero podría resumirlas básicamente en dos. En primer lugar, la novela abarca una historia personal que aborda temas como la moral y la conducta del ser humano; lo que uno quiere hacer y lo que debe hacer. El lector, al llegar al final de la historia, puede interpretar que, a nivel moral, los protagonistas comienzan una etapa en la que se entrevé que desean hacer el bien. Por otro lado, el título es un pequeño guiño a una novela de Joël Dicker, llamada ‘La verdad sobre el caso Harry Quebert’, en la que su protagonista, que es un escritor, se enamora de una joven y escribe una historia titulada ‘El origen del mal’. Esa novela es una de mis favoritas si hablamos de literatura contemporánea, y al haber un paralelismo entre las dos historias, tuve la idea de ponerle ese título.
P: ¿Le han inspirado el barrio o su profesión en esta obra?
R: Podría decir sin dudar, que me han inspirado las dos cosas. Cuando uno lee la novela, descubre que Asier, el personaje protagonista, vive en un barrio obrero situado al sur de Madrid, que podría ser Vallecas perfectamente. Ya ni siquiera me refiero al lugar físicamente, sino que, si miras más profundo y analizas algo más al personaje protagonista, podrás observar en él muchos de los deseos que uno tiene cuando se ha criado en un barrio obrero. Mucha cultura familiar que le inculcaron las personas que tuvieron que venir aquí a buscarse la vida desde Andalucía o Extremadura en años difíciles de posguerra. Yo me siento muy vallecano, y madrileño también, y siento verdadero orgullo por mis raíces. La historia está ambientada en Madrid. Sus protagonistas, partiendo del mítico Café Gijón, recorren lugares reales, que cualquier lector podría visitar. También degustan comidas y bebidas típicas de esos lugares, por lo que el libro se convierte en una especie “guía de viaje”. En cuanto a la profesión, el protagonista de la novela es profesor de filosofía en una facultad. Yo soy profesor, de colegio, y me encantan la filosofía, la sociología… En fin, todas las ciencias y las ramas de pensamiento que estudian las conductas humanas. También puedo confesar que los personajes de la historia llevan el nombre de alumnos o ex alumnos que de alguna manera me han marcado. Así que sí, tanto el barrio cómo la profesión, han influido en la obra.
P: ¿Cuánta importancia considera que tiene la lectura en la sociedad actual?
R: Pues bastante más de la que se le da. Estamos inmersos en una sociedad en la que cualquiera dispone de cualquier información en pocos segundos. Y la parte preocupante es que también puede ser cualquiera quien “cree” esa información a su antojo, buscando el beneficio personal, ya sea económico, político, moral, etc… Los medios de comunicación ya no son los que eran antes de Internet, y eso hace que muchas personas sean engañadas. Pienso verdaderamente que es vital leer, y tener interés por aprender, inquietudes sobre lo que sucede, conocer la historia real de tu país, de tu pueblo, del planeta incluso, contada por los que de verdad la vivieron, sin intereses de por medio. Cuando uno se culturiza, empieza a dudar más de todo, va formándose en él una opinión propia. De esa manera es mucho más difícil dejarse engañar. También apuesto por la literatura como medio de diversión y ocio. Las posibilidades abiertas que ofrecen los libros a la mente humana no las ofrecen los videojuegos o la televisión.
P: ¿Cree que la valía de un escritor está excesivamente asociada al volumen de ventas hoy en día?
R: Es posible que para una parte de la sociedad sí que lo esté. Muchos consideran grandes escritores a quienes han conseguido que sus obras sean ‘bestseller’. Pero también hay gente, como es mi caso, que valora otros aspectos de las lecturas. Personalmente he leído obras recomendadas de escritores a los que apenas se conoce, que me han llegado más que algunos ‘bestsellers’. Como decía antes, en la sociedad actual no solo vale con hacer algo bien; además tienes que saber publicitarlo, hacerlo llegar al público de la mejor manera, etc…
P: ¿A quién está dirigida esta obra?
R: La novela es para adultos. Yo diría que puede estar recomendada a personas a quienes les guste la cultura, la música, el viajar, la buena comida, el vino… Es una obra que llama a la curiosidad, anima a investigar y a aprender más sobre la vida. A su vez, la he escrito pensando en las personas sensibles, como yo, a las que les guste y les intrigue el amor, la amistad y los sucesos cotidianos que pueden cambiar la vida.
P: ¿Qué espera del futuro en cuanto a tu faceta cultural se refiere?
R: Sobre todo, espero seguir aprendiendo y teniendo ganas de aprender. Espero seguir sintiendo curiosidad por las cosas que nos suceden en la vida. A partir de ahí, y con mucha humildad, me gustaría seguir enseñando y transmitiendo valores a los niños y, por qué no, seguir escribiendo.