Por Luis Carlos Ríos
El Café-Coop es una iniciativa que surge desde y para el movimiento cooperativista. En su última edición, el pasado 18 de enero, se reunieron en el Colegio Trabenco ocho mujeres y un hombre, representantes de varias cooperativas vallecanas. Esta proporción no es casual. Por el contrario, está en línea con el estudio ‘Las mujeres en las Cooperativas de trabajo’, realizado por la Confederación Española de Cooperativas de Trabajo Asociado (COCETA) en 2019. Descubrieron que, en el 75% de los casos estudiados, más de la mitad de la plantilla eran mujeres.
La cooperación es, sin duda, una vía de inclusión para ellas, tradicionalmente marginadas de los espacios de trabajo y con tasas de paro superiores a los hombres. Por desgracia, la precariedad tiene rostro femenino. Las cooperativistas, reunidas en el Café-Coop en torno al tema ‘Nuestra experiencia de intercooperación’, saben que trabajar juntas y construir sinergias es la única salida posible. Especialmente en un contexto cada vez más individualista y personalista.
La cooperación en Vallecas tiene largo recorrido
Esta es, desde hace mucho tiempo, la única vía de actuación para los vecinos ante el abandono institucional. Las primeras iniciativas datan de los años 50, como las cooperativas de viviendas en Vallecas. El Café-Coop es una muestra más de ello. También lo es el Colegio Trabenco, una impresionante y vanguardista edificación, fruto de la cooperación entre vecinos, aglutinados en la Cooperativa ESENCO. La institución educativa, con justo medio siglo de antigüedad, toma el nombre la agrupación que lo hizo posible, la Cooperativa de Viviendas Trabenco.
Al evento acudieron representantes de diversas cooperativas vallecanas. Entre ellas, estuvieron Abierto Hasta el Amanecer, A3Calles, Famylias, KuadernoTALLER, Tosande, La Comala y Gredos San Diego. Cada una, a su manera, captura a la perfección la esencia del trabajo cooperativo del barrio. También contó con la participación de una representante de FECOMA, la Federación de Cooperativas y de la Economía Social de Madrid.
Ideas sobre la intercooperación
El cooperativismo convierte a los y las trabajadoras en protagonistas. Les permite ser ellas mismas, sin necesidad de intermediarios. Así lo afirma Jamileth Chavarría, integrante de La Comala. Su radio de acción, como muchas otras, está vinculado al ámbito de los cuidados. Ella resalta la necesidad de intercooperar para hacerse más fuertes en la unión. La secunda Marina, miembro de Abierto Hasta el Amanecer. Para ella la actividad intercooperativa genera esperanza y hace posible “soñar algo que no podríamos generar solas”. Se trata, como completa otra participante, de crear algo en común, a través de la labor social que cumplen los negocios no lucrativos.
Cuando llega el momento de decir a qué se dedica cada una, hay similitudes notables. Casi todas tienen un fuerte componente de atención y cuidado a la vulnerabilidad o dependencia: mujeres, niños y personas mayores. Todas las iniciativas cumplen una función esencial, imprescindible para el conjunto de su barrio. Rosa, la directora del Colegio Trabenco, pone a la institución como ejemplo. Hace alusión a la colaboración estrecha que desarrollan en conjunto con el Centro de Salud José María Llanos y la eléctrica de El Pozo.
Méritos y dificultades en común
Desde los cuidados más básicos hasta la inserción social, pasando por la educación y el disfrute del arte, las cooperativas comprenden la columna vertebral de Vallecas y multitud de barrios españoles. Una sociedad que se mantiene puntera en esperanza de vida gracias a las cuidadoras, educadoras y limpiadoras pobremente remuneradas.
Al momento de hablar sobre dificultades, también salen a flote obstáculos comunes, no solo financieros. Aseguran que hay un abandono institucional palpable. Todas hablan de resistencia, de crecer a pesar de todo, de ayudas institucionales escasas y a cuentagotas. También coinciden en la necesidad de aumentar su visibilidad en Internet.
- El espíritu de querer las cosas “preparadas y que te las traigan gratis” lo que hace es fomentar la explotación
Manuela, de la Cooperativa Tosande, se indigna al escuchar que alguien se ha hecho Prime en Amazon. Opina que este espíritu de querer las cosas “preparadas y que te las traigan gratis” lo que hace es fomentar la explotación. Nacida, criada y crecida en Vallecas, deja muy claro que el trabajo cooperativo se distancia del afán individualista y personalista, tan característico de los patrones de consumo contemporáneos.
Al finalizar el evento, se intercambian contactos y plantean colaboraciones. Deciden quién escribirá la página de Vallecas VA que tienen cedida para el mes próximo. Se ríen, se dan aliento. Las cooperativas en Vallecas también son esto. Sentarse a tomar un café y compartir las experiencias, con la esperanza de que les sean de utilidad a las otras. Escucharse. Trabajar juntas para hacer más llevadera la tremenda labor que tienen por delante.