Por profesionales del Centro de Salud Numancia
Sabemos que la situación de la Atención Primaria está mal, que está sobrecargada, saturada, exhausta. Y eso ¿qué significa? ¿Qué consecuencias tiene? ¿Cómo estamos viviendo esta situación los profesionales de los centros de salud?
La tarea de los profesionales en este nivel de atención, que es el más cercano a las personas, al barrio, al entorno social, tiene muchas vertientes. La primera, preservar la salud y el bienestar. En los centros de salud dedicamos mucho de nuestro esfuerzo a enseñar hábitos correctos de salud, reforzar conductas saludables, detectar posibles comienzos de problemas que puedan tener solución antes de llegar a convertirse en enfermedad… Intentamos anticiparnos al problema antes de que no tenga remedio y estamos atentos a posibles necesidades de nuestros vecinos para impartir educación para la salud u orientar cuando hay dudas sobre cómo mantenerse sano. Queremos que estéis sanos. Para eso hace falta tiempo, dedicación y ganas de cuidar.
La siguiente tarea es abordar la enfermedad en sus inicios, cuando con intervenciones terapéuticas precoces evitamos la progresión de un problema de salud. Y ahí estamos, poniendo los medios y nuestros conocimientos para detectar y abordar patologías. Para eso hace falta tiempo, formación y ganas de cuidar.
Cuando ya la enfermedad se ha instalado, seguimos junto a vosotros, en un camino a veces muy difícil, revisando la situación tantas veces como haga falta, resolviendo dudas, acompañando vuestra preocupación e incertidumbre. Para eso hace falta tiempo, conocimientos y estar accesibles para vosotros.
Si llega el peor de los momentos, el final, estaremos cerca, disponibles, acompañándoos en vuestro camino y sintiendo vuestra marcha cuando ya no estáis. Para eso hace falta tiempo, fuerza, entereza y muchas ganas de aliviar.
Nuestra razón de ser
Vosotros, nuestros pacientes, sois nuestra razón de ser, lo que da sentido a nuestro trabajo. Desde el administrativo que os recibe y atiende para orientar vuestra consulta hacia donde sea necesario, a las enfermeras, que cuidan y están atentas a cada posible cambio en vuestro estado de salud, o los médicos de familia, que tenemos el privilegio de contar con la confianza que nos prestáis al poner en nuestras manos algo tan valioso como la salud o la enfermedad. Sin olvidar a todo un equipo de apoyo que completa la tarea de cuidaros: la matrona, las fisioterapeutas, las TCAE, la trabajadora social y el equipo de odontología, todos implicados en la tarea de daros la mejor atención posible.
Desde hace unos años, todo ese tiempo que hace falta para mover todo este engranaje ha ido disminuyendo al tiempo que la falta de profesionales sanitarios ha ido agravándose. Hace años que resulta muy difícil cubrir ausencias inevitables, como jubilaciones, bajas laborales o permisos legalmente establecidos de cualquier tipo. Intentamos paliar esa falta de profesionales con más esfuerzo por parte de los que sí están, pero ese esfuerzo, las ganas, la formación y la dedicación necesitan de tiempo, y el tiempo cada vez es menor, porque cada profesional atiende a más usuarios.
La pandemia ha complicado, y mucho, la situación. Nos ha obligado a introducir cambios importantes en la forma en que prestamos atención, y para vosotros, ha supuesto la aparición de una especie de muro que aparentemente os impide o dificulta acceder a nosotros. La necesidad de distancia y de controlar la afluencia para evitar contagios nos ha obligado a intentar atender lo máximo posible a través del teléfono, reservando la consulta presencial para determinados casos. Para los profesionales eso ha sido un golpe muy duro, porque necesitamos cercanía con el paciente, ver su expresión, su actitud, escuchar sus necesidades con tranquilidad, cara a cara. Hemos tenido que adaptarnos al teléfono, pero esa no es nuestra herramienta, solo una manera de continuar cuidando cuando las cosas están difíciles. Para vosotros, eso supone lejanía, y seguramente resta calidez a la hora de contarnos vuestros problemas. Pero nosotros estamos al otro lado del hilo, y os escuchamos.
Cientos y cientos de llamadas atendidas
Sabemos que hay una sensación generalizada de que no cogemos el teléfono, de que es imposible comunicar con nosotros. Lo cierto es que se cogen cientos y cientos de llamadas, muchas más de las que quedan sin atender. La unidad administrativa realiza muchas tareas, todas ellas necesarias. Hay que llegar a todas y a atender a quienes acuden al centro de forma presencial. Entendemos que a veces la espera y los retrasos son desagradables, pero los profesionales de administración están haciendo un esfuerzo admirable, tienen la responsabilidad de estar en la puerta de entrada a vuestro centro de salud y de orientaros en muchos temas diferentes.
La pandemia nos pone a prueba una vez más. La sexta ola ya está aquí, y viene del brazo de la gripe y de los catarros propios del invierno. Si los casos crecen, tendremos que volver a limitar algo el acceso a los centros, para protegeros a vosotros y evitar contagiarnos. Vamos a tener importantes dificultades para atender los casos de coronavirus, los contactos, sin dejar de lado el seguimiento de nuestros pacientes crónicos y de nuestros mayores, que precisan de una continuidad y de cercanía.
Nosotros, como siempre, haremos todo lo posible por estar ahí, a veces con más dificultad según los recursos humanos de los que dispongamos, pero no dudéis que a nosotros nos duele igual que a vosotros esta falta de tiempo, esta distancia, esta falta de profesionales que estamos sufriendo. Somos vuestros aliados. Todos estamos en el mismo barco. Todos, trabajadores y usuarios, queremos que esto funcione, que tengáis un acceso rápido y eficaz a cualquier profesional que necesitéis del centro de salud y que vuestras demandas de salud se resuelvan a la mayor brevedad posible. Nuestro trabajo es cuidaros y nos gusta hacerlo. Os pedimos vuestra comprensión y que nos ayudéis a superar estos complicados momentos. Gracias por vuestra confianza.