EDITORIAL.
En mayo de 2011 surgió el movimiento 15M, algo que sin lugar a dudas ha marcado muy positivamente estos casi 4 años. Podríamos aventurarnos a decir que “otra sensibilidad ya está aquí”, abriéndose paso a zancadas.
Hace apenas un año, eran muy pocos quienes expresaban la posibilidad de que se pudiera acabar con el bipartidismo en España. Hoy, este escenario está haciendo que todos los partidos políticos elaboren sus estrategias electorales en base a ello. En este campo, todo está cambiando muy rápidamente, y cada vez son más las oportunidades que se van abriendo.
Este 2015 va a ser año de elecciones, y por primera vez puede ser el año del inicio de la conquista de las ciudades por parte de sus vecinos. Es el momento donde todo lo que se viene trabajando desde tantos años, y concretamente en estos últimos 4 años (todo ese ingente esfuerzo, trabajo, dedicación, con tantos sinsabores, sufrimientos y desesperanzas…) se concentre en dos imágenes: ganar todo lo posible en estas elecciones municipales y ponerse a trabajar codo con codo para construir lo verdaderamente difícil: la vecindad, el barrio y las instituciones que necesitamos y queremos.
Todo este nuevo panorama electoral que se abre va acompañado, y quizás sea éste uno de los elementos más relevantes, de un creciente empoderamiento real. Tanto desde colectivos con larga historia que están haciendo su “cambio de chip”, como desde espacios nuevos que se van construyendo (colegios públicos que se abren al barrio, nuevos colectivos juveniles tomando protagonismo social, centros sociales ocupados, el trabajo integral que se está realizando en la Cañada Real, etc.). En esta ocasión pueden ir “de la mano” la conquista de las instituciones desde las urnas y un creciente movimiento construyendo vecindad. Esta posibilidad es la que puede abrir un nuevo paisaje en el que el protagonismo real esté en los vecinos. Y esta posibilidad está ahora a nuestro alcance. Sería una irresponsabilidad no querer verlo. Sería una irresponsabilidad no poner el propio grano de arena. Hoy se necesita que todos arrimemos el hombro.
Vallecas ya está en marcha y con el pie en el acelerador. Ya solo es cuestión de hacer los “ajustes necesarios” para a partir de marzo iniciar lo que bien pudiera ser un “desborde” festivo de práctica de democracia real al vivir una campaña electoral como nunca antes se haya recordado. Produzcamos un
“tsunami democrático”, “tomemos las urnas” y mostremos, una vez más, lo que queremos.
Este 2015 ha de ser el año en el que nosotros seamos quienes construyamos “las sorpresas” electorales.