Por Juan Rodríguez
Este Rayo debe afilarse y generar, bueno, cierta electricidad, la de su propio nombre, para que la temporada que viene no lo pase tan mal en LaLiga. Con la permanencia ya asegurada en la máxima competición del fútbol español la semana pasada, el duelo contra el Athletic se presentaba como un desahogo, la posibilidad de ofrecerle un triunfo a la afición, que tanto ha sufrido con el equipo. Bueno, pues no, más que una fiesta por los 100 años del club o una victoria final en casa para dejar con buen sabor de boca a la afición, lo que tuvimos fue ración y media de lo mismo de siempre: los chicos de Íñigo Pérez asediando al portero rival (esta jornada tocaba Unai Simón), el balón que no entra entre los tres palos… y gol del equipo rival para llevarse irremediablemente el partido.
Falcao y De Frutos, pero lo mismo podían haber sido Álvaro García y RDT, o Bebé y Nteka, fallaron acciones de ataque casi idénticas de manera casi consecutiva apenas comenzado el encuentro. Era como si estuvieran preparando una charla TED cuyo tema era “Y así es cómo sufrimos de lo lindo en la temporada 23-24”, de tan claras, parecidas y “me llevo las-manos a la cara de la incredulidad” que fueron ambas situaciones. ¿Estoy diciendo que fallaron a propósito? Obviamente, no. Ningún jugador, y mucho menos un delantero, va a fallar un gol cuando lo tiene a tiro. Ahora bien, nunca me he creído la pantomima, esa frase hecha a la que recurren cientos de entrenadores de todo el mundo para no afrontar el problema, de “lo importante es que Pepito tenga ocasiones de marcar, el gol ya llegará”… Bueno, muy bien, pero qué pasa cuando Pepito, y Manolito, y Menganito tienen 20 ocasiones de gol y no le marcan ni al arco iris, ¿entonces qué hacemos? Por favor, Martín Presa, Cobeño, Íñigo, Espíritu Santo… Hay que arreglar el problema del gol la temporada que viene.
Poco más que destacar en la primera parte, salvo un par de zapatazos de Lejeune al lanzamiento de dos faltas que fueron detenidas por Unai Simón. En la segunda parte, el portero del Athletic fue sustituido (ver el porqué en la sección ‘El Ranking’ de esta misma crónica) y, a partir de ahí, los chicos de Valverde parecieron liberarse. Y, como cualquier terrateniente o dictador sabe, con la libertad, llega el peligro. Berenguer que elimina a Aridane de la ecuación como si fuera un decimal (no sé si esto es correcto o no, porque la verdad es que no recuerdo cómo se hace una ecuación, tan solo recuerdo lo frustrantes y confusas que eran para mí las clases de matemáticas) y tracatrá, Nico Williams que pone el 0-1 en el marcador. Resultado que, a la postre (tampoco sé por qué se dice “a la postre” y no “a los postres”, que quedaría mucho más divertido y goloso, pero yo lo pongo igual), sería definitivo.
Máxima preocupación en este cronista respecto a cómo se reforzará el ataque en verano; el equipo satisfecho con la labor cumplida (se mire como se mire, estar otro año en Primera es todo un éxito para nuestro Rayito); y alegría en el Estadio de Vallecas, porque la comunión entre estos jugadores y sus aficionados es indudable. Este rayo, esta conexión eléctrica entre grada y futbolistas, es lo que nos permitirá la temporada que viene seguir dando guerra. El Rayo cumple 100 años y cumple, también, en el campo. Felicidades.
El ranking:
El héroe del partido: Unai Simón, que se lleva el Zamora que entrega el diario MARCA al portero menos goleado de LaLiga (Valverde lo cambió cuando se cumplía el tiempo exacto de le permitían por coeficiente proclamarse Zamora, no era cuestión de arriesgar el último día).
El villano: Hay un profesor que me tenía manía en el colegio y que siempre me suspendía Lengua y, como ayer no hubo villanos en el campo, me gustaría nominarlo a él. ¡Suspéndeme esta crónica a ver si puedes! ¡Te desafío!
El datito: El miércoles 29 de mayo se cumplen los 100 años de vida del Rayo Vallecano, y no hay mejor forma de celebrarlo que con la cuarta temporada consecutiva, la próxima, en Primera División (segunda mejor marca del Rayo de años consecutivos en Primera tras la etapa 2011-2016 cocinada entre Sandoval y Paco Jémez, que dejó cinco temporadas seguidas en la élite).
Declaraciones:
Íñigo Pérez: «La derrota es amarga. Merecimos ganar. El balance es positivo, porque se consiguió la salvación. Aprovecho para reconocer también el mérito de Francisco. Debemos ser autoexigentes y subir el listón. El ambiente ha sido bestial, no tengo palabras para esta afición».
Pep Chavarría: «En la primera parte hemos empezado muy bien, pero no hemos tenido efectividad. Gracias a la afición porque, a pesar de la derrota, siempre nos apoya. En cuanto a la temporada, tenemos un grupo es muy bueno y muy unido. Sabíamos que lo teníamos que conseguir».
Aridane: «Ha sido un partido duro en el que tuvimos bastantes ocasiones. Sabíamos del potencial del Athletic. Este año hemos tenido un grupo sensacional en el que todos han dado todo para conseguir el objetivo».
Falcao: «Ha sido una temporada muy compleja en la que la afición siempre nos ha apoyado y en la que al final hemos conseguido el objetivo de la permanencia. Muy agradecido por el cariño y el respeto que he recibido. Simplemente, gracias».