Por Concha Párraga, Marisa Gascón y Patricia Carlavilla, enfermeras de Familia CS Campo de la Paloma y Ángela Uriarte
Todas las familias deberían tener un botiquín para poder solucionar una serie de problemas de índole menor. Hoy en día debemos hacer uso del recurso sanitario cuando realmente sea necesario y para ello es muy importante saber elaborar un botiquín para nuestros hogares.
Debemos tenerlo siempre en un lugar limpio, a poder ser cerrado y lejos de los niños/as, revisarlo al menos dos veces al año para evitar caducidades, y guardarlo en un espacio fresco y seco, por lo que pensar en la cocina o en el baño no son los mejores los lugares.
Como hablábamos en el artículo del mes anterior, los accidentes en el hogar son más frecuentes de lo que desearíamos. En un botiquín domestico debemos tener tres cosas: medicamentos, material de primeros auxilios y teléfonos de emergencias.
En primer lugar, algún tipo de antiséptico como agua oxigenada, clorhexidina o alguna solución yodada y suero fisiológico. Además, debemos de contar con tiritas, gasas, esparadrapo para sujeción, alguna venda, guantes, tijeras y alguna pinza para extraer algún objeto.
En cuanto a los medicamentos, estarán adaptados a quienes vayan dirigidos, a adultos, niños, o ambos. Es conveniente tener analgésicos/antitérmicos dentro de sus cajas y con el prospecto. Podemos escribir fuera de la caja para qué sirve cada cosa y con dosificación muy clara tanto para niños/as como para adultos. También podemos tener alguna pomada para quemaduras.
En el caso de personas alérgicas a pólenes/ epitelios, etc… es útil disponer de antihistamínicos, mientras que si existe el riesgo de reacción grave (anafiláctica) es importante contar con adrenalina. No debe haber antibióticos, ya que esto no es un medicamento urgente ni que tenemos que usarlo como automedicación. En cambio, si hay alguna persona asmática hay que tener a mano un inhalador de rescate. Y el resto irá en función de la medicación crónica que se necesite y debería ir en un compartimento diferente al del Botiquín de Primeros Auxilios. Además, es importante tener muy visibles los teléfonos de Emergencias 112 y el Teléfono de Toxicología 915620420. Y por supuesto, algo que nunca debe faltar, es un termómetro.
Ejemplos
Imaginad que me hago un pequeño corte con un cuchillo en mi casa. Lo primero que debo hacer es lavarme las manos con agua y jabón y evaluar la profundidad de la herida. Si veo que no es muy profunda, me realizaré una pequeña cura. Pondré un poco de solución antiséptica y procederé a taparme la herida. Otro ejemplo sería que mi niño/niña se caiga en la calle jugando y se haga una herida en la rodilla (un raspón). Pues igual, les lavaremos muy bien la herida con agua y jabón, daremos una solución antiséptica y taparemos. No hay nada mejor que papá o mamá con su amor para que nos cure las pequeñas heridas producidas por jugar. Un “cura, sana, culito de rana”, un beso y unos primeros auxilios son los mejores recursos para esos problemas menores.
Los recursos sanitarios también debemos cuidarlos, porque son un bien de todos y para todos. Ante cualquier duda, contad con vuestra enfermera.