Por Pedro Lorenzo
‘El Grito’. Texto: Itziar Pascual y Amaranta Osorio. Dirección: Adriana Roffi. Reparto: Ana Fernández / Elsa Chaves, Nuria García, Oscar Codesido, Lucia Barrado, Alberto Iglesias, José Luis Alcobendas/ Pablo Turégano, Carlota Ferrer. Coproducción: Ysarca, Pilar de Yzaguirre y teatro Fernán Gómez. Teatro Fernán Gómez: Hasta el 4 abril
Basado en un hecho real, ‘El Grito’ cuenta la vida de una mujer a lo largo de ocho años de litigios judiciales hasta que al final se acaba impartiendo justicia, demostrando que el tesón y la razón siempre (o casi siempre) tienen premio. Es un drama que comienza como una historia de amor entre una empleada y su jefe que se van a vivir juntos y quieren tener familia. Cuando lo consiguen, la relación se enfría y ella es injustamente acusada de adulterio por su desenamorada pareja, que reniega de sus hijos. Ella se queda sin trabajo y tan sólo con la ayuda de la madre, enferma de Alzheimer, y una abogada de oficio que la apoya hasta el final.
Es una reflexión acerca de la falta de credibilidad de la mujer ante los ojos del hombre: desigualdad; soledad y rechazo social al ser madre soltera, supuesta adúltera y quererse aprovechar del varón por su situación de vulnerabilidad.
Es la cuarta obra que escriben juntas Itziar Pascual, Premio Nacional para Infancia y Juventud 2019, entre otros, y Amaranta Osorio, que ponen de manifiesto una vez más su buen hacer teatral y compromiso con el feminismo y la igualdad. Una función teatral ideada por la veterana Pilar de Yzaguirre, que la produce y así une su pasión por las artes escénicas con su lucha por los derechos de la mujer. Creó en Vallecas el primer centro de planificación familiar antes de la despenalización de los anticonceptivos en 1978. La dirige con maestría Adriana Roffi, sin caer en el documental o en el panfleto, si no sacando la profundidad de un elenco muy solvente en un texto fruto del estudio de un caso en el que el tiempo es a veces de nieve y otras de hielo, y aunque aquí se abre paso, no siempre “la verdad se demuestra y es medible y concreta”, como dice la protagonista. Una obra perfecta para el mes de marzo y todos para los meses del año. El grito, imprescindible para poder oír lo que no se ve. Muy interesante.