Las administraciones firmaron el convenio regulador y la Justicia denegó la suspensión cautelar solicitada por el movimiento vecinal
Por Isa Mendi / Vallecas VA
El pasado mes de febrero no trajo buenas noticias a los residentes de Vallecas en su lucha contra el vertido de los residuos de la Mancomunidad del Este en Valdemingómez. Aun así, el movimiento vecinal #NoMásBasuraVK no se resigna y lanza un mensaje claro: “la pelea por el fin de la incineradora en el año 2025 sigue vigente. Pronto haremos nuevas asambleas, acciones, actividades… ”, dice la Asociación Vecinal PAU Ensanche de Vallecas. Mientras esto sucede, este colectivo invita a los ciudadanos a rellenar el formulario de olores “para tener más argumentos a la hora de reclamar soluciones”.
A comienzos de mes, el pasado día 8, más de 200 residentes marcharon desde el Metro La Gavia hasta la incineradora de Las Lomas para pedir la reducción a la mitad de la quema de basura en 2022 y el cierre de esta instalación en 2025, como prometió el anterior Gobierno local. Posteriormente, dentro de su hoja de ruta, pretendían que el Pleno de Villa de Vallecas del 18 de febrero instara al Ayuntamiento a que no firmara el convenio para regular la llegada de la basura del Henares a Vallecas, al cumplirse los dos meses estipulados del periodo de prueba. La concejala de Villa de Vallecas, Concha Chapa (Cs), decidió finalmente no incluir en el orden del Día de la sesión la iniciativa vecinal al considerar que se trataba de “una propuesta de carácter general que tiene que ir al pleno de Cibeles, no al distrito”. Esta negativa, según los colectivos, se trata de “un hecho histórico y una medida antidemocrática que impide que se hable sobre la cuestión que más preocupa a los vecinos del distrito por los efectos en la salud que tiene la incineradora de Valdemingómez”.
Por si fuera poco, casi a renglón seguido, otro jarro de agua fría para las aspiraciones de estos ciudadanos que viven en las inmediaciones del vertedero de la ciudad. El delegado de Medio Ambiente, Borja Carabante, anunció el 17 de febrero que el Ayuntamiento continuará con la incineración en Valdemingómez durante cinco años más, de 2020 a 2025, licitando la planta de Las Lomas después de que finalice el contrato, el próximo mes de junio.
Firma del convenio
Y en la última semana llegó otra noticia, aunque esperada, dolorosa para el vecindario. La Comunidad, el Ayuntamiento de Madrid y la Mancomunidad del Este sellaron finalmente el 24 de febrero el acuerdo que regulariza la llegada de los desperdicios a las instalaciones municipales situadas en Villa de Vallecas. Este documento limita el plazo de duración del traslado de basura a 10 meses, prorrogable por otros seis, así como el número de toneladas a 220.000 al año.
El broche a tanta negatividad lo puso el rechazo, conocido dos días después, por parte del juzgado número 4 de lo contencioso-administrativo de Madrid a las medidas cautelares solicitadas por la Federación Regional de Vecinos de Madrid (FRAVM) en torno a las autorizaciones provisionales en el Parque Tecnológico de Valdemingómez a cuenta de los residuos de la Mancomunidad del Este. Los magistrados, en su auto, denegaron las pretensiones de la ciudadanía al entender que no quedaba “convenientemente acreditados perjuicios irreversibles de cualquier naturaleza provocados por la ejecución de los actos impugnados” pero, en cambio, sí justificaban “los perjuicios para el interés general que se causarían de acogerse las medidas cautelares solicitadas”. El tribunal considera, además, en cuanto a la planta Loeches, que “carece por el momento de la preceptiva autorización ambiental que permita el vertido directo de residuos sin tratar, menos aún su almacenamiento, como así consta en el informe emitido por el director general de Economía Circular de la Comunidad de Madrid, aportado por la parte demandada”.
Primeros efectos
El presidente de la FRAVM, Quique Villalobos, asegura que la denegación de las cautelares es “algo incomprensible” porque parece que los tribunales se están “fijando en la parte anecdótica y no parecen aceptar que se reciben toneladas de residuos con una decisión fuera de competencia”, la de la directora del parque tecnológico. “Se está produciendo un incremento de la fetidez como en los peores tiempos. Los registros que tenemos desde 2008 nos dicen que hemos vuelto a olores que hace mucho tiempo no se daban, como el que llamamos olor a aceite o almazara”, abunda.
El dirigente vecinal los achacan a “un almacenamiento de basuras al aire libre porque no dan abasto”, unido a una “cola de camiones que vienen del Este y que tendrían que llegar en horas valle pero, igual, no dan abasto”.