Por Isa Mendi
Un informe publicado el 19 de enero por Zero Waste Europe (ZWE) sobre la investigación de biomonitorización de las emisiones de incineradoras de residuos en tres países (España, República Checa y Lituania) revela altos niveles de contaminantes orgánicos persistentes (COP) en las proximidades de las incineradoras de residuos. La investigación de biomonitorización encargada a la Fundación ToxicoWatch ha analizado el depósito de COP en huevos de gallinas de corrales domésticos, agujas de pino y musgos. Se trata de un proyecto europeo coordinado por ZWE, que ha contado con la colaboración de Ecologistas en Acción, la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM) y el Grupo de Acción para el Medio Ambiente (GRAMA) a la hora de la toma de muestras del entorno del Parque Tecnológico de Valdemingómez.
Por segundo año consecutivo, la zona más contaminada en esta investigación se encuentra precisamente en el entorno de la incineradora de Las Lomas, en el PTV. El informe indica que los altos niveles localizados al suroeste de las instalaciones pueden estar relacionadas con el depósito de sacas de cenizas, algunas de ellas rotas, como denunciaron los colectivos ecologistas y vecinales el pasado mes de octubre. Finalmente, para los huevos de gallina, en 2022, la biomonitorización ha mostrado niveles más altos de dioxinas, muy probablemente con dioxinas bromadas.
«Las instalaciones de combustión de residuos emiten sustancias tóxicas que persisten en el medio ambiente, se bioacumulan en los ecosistemas y tienen importantes efectos negativos sobre la salud humana y el medio natural. Miles de personas viven cerca de estas instalaciones de combustión en toda Europa. Hasta la fecha no se les ha informado sobre los riesgos para la salud y la seguridad de estas instalaciones ni tienen derecho a indemnización por los daños que sufren cuando estas instalaciones incumplen la ley», asegura Janek Vähk, coordinador del Programa de Clima, Energía y Contaminación Atmosférica de ZWE.
Por su parte, Carlos Arribas, portavoz de Ecologistas en Acción incide en la necesidad de impulsar la biomonitorización para conocer la situación de la salud poblacional y ambiental respecto a las emisiones de las incineradoras de residuos. Recuerda que, para el caso de España, el Plan Estratégico de Salud y Medio Ambiente, aprobado en 2021, incluye implantar estrategias de biomonitorización humana como herramienta para vigilar la relación entre exposición y los efectos potenciales en la salud, pero hasta la fecha no se están llevando a cabo.
Respuesta municipal
El mismo día, el Ayuntamiento de Madrid aseguró, con respecto a este estudio, que la incineradora de Valdemingómez “cumple sobradamente todos los parámetros y valores límite de emisión legalmente exigibles”. Desde Cibeles explican que, además del cumplimiento de la legalidad vigente, el consistorio ha contratado estudios de análisis de las posibles afecciones al entorno del Parque Tecnológico de Valdemingómez (PTV), elaborados por organismos de prestigio consolidado como Madrid Salud o el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que no detectan que pueda atribuirse contaminación en el entorno asociada a la incineradora. De igual modo, aluden a que el estudio de Zero Waste utiliza una metodología completamente diferente a la legalmente exigible y que no permite determinar el origen de la contaminación que se pudiera detectar. Por último, consideran que el rigor en la realización del estudio resulta muy cuestionable.
IV Marcha por el cierre de la incineradora
El próximo 22 de enero, el Grupo de Trabajo por el cierre de la incineradora de Valdemingómez (formado por Ecologistas en Acción de la Comunidad de Madrid, la FRAVM y GRAMA) organizará la IV marcha desde el Ensanche de Vallecas hasta la planta, para exigir el cierre de esta instalación. La caminata saldrá a las 11 de la mañana del Metro de La Gavia y finalizará junto al depósito de cenizas de Las Lomas.