Por Juan Rodríguez
¡A octavos! El Rayo pasó a la siguiente fase de la Copa del Rey tras dos horas picando piedra en Huesca. Están empeñados los franjirrojos en darle emoción a esto de la Copa y, si en la anterior ronda contra el Yeclano esperaron hasta el minuto 88 para decidir el partido, en el último partido lo llevaron un poquito más allá y no fue hasta el minuto 118 cuando Óscar Valentín decidió echarle el lazo el encuentro. Apenas un par de minutos después, y con el Huesca ya lanzado a la desesperada viendo que el sueño de eliminar a un primera se le escapaba entre las manos, Isi anotó el segundo y nos libró de una tanda de penaltis que no es lo más aconsejable para empezar un nuevo año (9 de cada 10 médicos recomiendan evitarlas).
A la Sociedad Deportiva Huesca hay que reconocerle, y hasta aplaudirle, la valentía con la que afrontó el duelo. Antonio Hidalgo dispuso un 4-1-4-1 con el que sus jugadores no renunciaban a la posesión y que les facilitaba llegar arriba trenzando buenas jugadas. Lombardo y Hugo Vallejo (que entró a mitad de la primera parte, sustituyendo al lesionado Joaquín) se asociaron a las 1.000 maravillas y tantearon en varias ocasiones al en esta oportunidad titular Dani Cárdenas. Los vallecanos no se quedaron atrás y también crearon varias ocasiones… pero el punto de mira sigue estando desviado. Parece que el doblete de Camello ante el Getafe (que, recordemos, ponía fin a una sequía de cuatro partidos ligueros sin un solo gol que llevarse a la boca) fue un oasis en el desierto, porque en el último choque todas las que le llegaron a Raúl de Tomás se fueron arriba, fuera, rozando el palo, o al muñeco. ¿Hizo un mal partido? En absoluto. Pujó, porfió y percutió. ¿Marcó gol? No sabe/No contesta.
En la segunda parte, y con la amenaza de una prórroga que acabaría llegando (o, lo que es peor, un gol que le mandara para casa), el Rayo se puso las pilas y empezó a generar más juego. O sería más conveniente decir mejor juego. Las llegadas eran más claras, especialmente una al poco de salir de vestuarios, con un centro de Ratiu que RDT no enganchó con la cabeza; o ese remate fallido de Nteka a pase del ‘Pacha’ Espino. Pero el gol seguía sin llegar, el reloj corría que se las pelaba, y ni siquiera la entrada al campo de Camello (¡el hombre que hizo lo imposible hace apenas unos días!) pudo librar al Rayo de la prórroga.
Los cambios que introdujo Francisco fueron fundamentales para evitar los penaltis que parecían inevitables, ya que en la jugada del gol intervinieron tres de los hombres de refresco: centro bien templado desde la derecha de Camello, dejada de cabeza de un Falcao suspendido en el aire como en sus mejores días, y remate de Óscar Valentín para que toda la afición rayista pudiera respirar tranquila. Luego Isi liquidó cualquier ilusión que pudiera quedar en Huesca. A octavos. Sufriendo, pero a octavos.
El próximo partido del Rayo es el sábado 20 de enero a las 14 horas en casa contra Las Palmas.
El ranking:
El héroe del partido: Dani Cárdenas, que detuvo un tirazo de Hugo Vallejo cuando la prórroga tocaba a su fin… y Óscar Valentín, que tan solo unos minutos después, desatascó el partido para el Rayo.
El villano: El árbitro, Soto Grado, no estuvo especialmente afortunado en varios lances del juego.
El datito: En ‘Superman IV’, Christopher Reeve bateó una pelota de béisbol con tal potencia que la mandó fuera de la órbita terrestre. Anoche, en el minuto 18 de partido, Mumin decidió imitarle con un despeje que mandó el balón fuera del estadio, fuera de la provincia de Huesca y, a estas alturas, probablemente fuera también de la galaxia de Andrómeda.
Reacciones:
Francisco: «Contentos por pasar la eliminatoria, por el esfuerzo y el compromiso después de 120 minutos. Vamos a intentar llegar lo más lejos posible por nuestra gente».
Oscar Valentín: «Sabíamos que iba a ser muy difícil. Satisfacción y alivio por marcar el gol cuando ya estábamos casi en los penaltis»
