Por Elsa Sierra y Sol del Val
Las pérdidas forman parte de la vida de todo ser humano. Desde el nacimiento hasta la muerte tenemos pérdidas, más o menos significativas, seguidas de un tiempo de adaptación con variadas reacciones físicas, emocionales, cognitivas y conductuales que llamamos duelo.
Nos afectan las pérdidas importantes para nosotros, como el fallecimiento de un ser querido, la separación de los progenitores, una situación de desempleo, cambios de residencia, físicos, pérdida de amigos, desamores…
Y tras la pérdida, comienza el duelo. El duelo es el camino en el que aprendemos a vivir sin aquello que hemos perdido. Es un proceso natural, normal y activo del que surge un aprendizaje, herramientas y recursos que nos habilitarán para enfrentar pérdidas futuras y cuya elaboración nos permitirá seguir hacia adelante.
La COVID-19 nos ha enfrentado a múltiples cambios vitales y pérdidas en un tiempo muy breve y en una situación de confinamiento. Nos ha puesto en presencia de la enfermedad y de la muerte, muchas veces con dificultades para el contacto y desplazamiento que aun dificultan más el duelo y su elaboración.
Los niños, niñas y adolescentes son los grandes olvidados y excluidos de los procesos de duelo. La gestión de la pérdida es un tema no tratado habitualmente ni en el ámbito familiar ni en la escuela debido, en gran parte, a la negación que nuestra sociedad hace de la muerte y la carencia de recursos para abordar la situación.
El no abordaje de la pérdida y el duelo en estas etapas tan importantes del ciclo vital lleva a perder una gran oportunidad de aprendizaje y genera una creencia de estar ante un tema tabú, que no es posible compartir y que es mejor no tocar.
El acompañamiento familiar, escolar y social, el ser conscientes de las pérdidas, de los sentimientos asociados a ellas, de las reacciones físicas que las acompañan y el facilitar un espacio seguro para la expresión emocional, así como crear oportunidades de reflexión y diálogo, son elementos facilitadores para la sana elaboración de un duelo.
Campaña de sensibilización
La formación que se propone desde la Asociación Remontando el vuelo está basada en la campaña de sensibilización realizada por el Colegio de Médicos de Bizkaia, ‘El camino del duelo’, y que se llevó a cabo en 17 centros educativos de la provincia con la participación de 3.093 personas, de los cuales 2.318 fueron alumnado, 303 madres y padres y 472 profesorado. Ha sido un trabajo innovador que comprueba la necesidad de abordar estos temas desde la educación. Se llevará a cabo adaptándolo a Madrid y, en especial, a Puente de Vallecas. También teniendo en cuenta la nueva situación y lo vivido en relación con la COVID-19.
El programa está dirigido a todos los componentes de la comunidad educativa, alumnado, familias y docentes. Los grupos de alumnos y alumnas a los que va dirigido son aquellos que cursan 5º y 6º de Primaria y 3º y 4º de la ESO.
La formación se imparte a través de talleres en los que se crea un espacio de intercambio de experiencias con respecto a la pérdida y al duelo y la respuesta a las necesidades de los y las participantes. Así mismo, contará con una parte teórica sobre la pérdida y el duelo, y su manejo en el contexto familiar y escolar.
Esta iniciativa se va ha llevar a cabo por parte de la Asociación Vecinal Palomeras Bajas, dentro de los proyectos aprobados para este año de los Planes Integrales de Barrio. Este colectivo ya había apostado por el mismo al considerarlo importante para su desarrollo en los centros educativos del barrio de Palomeras Bajas, concretamente en los CEIP Javier de Miguel, Madrid Sur y Palomeras Bajas y en el IES Madrid Sur, y lo ve especialmente necesario después de los últimos acontecimientos motivados por la crisis de la COVID-19. Antes del confinamiento, ya se habían puesto en contacto con alguno de los centros siendo recibido con bastante interés.