Por Antonio Osuna
¿Conocéis la comisaría de Entrevías? Pues en la esquina donde confluye la calle de Campiña con la de Mancha existe un bar con un aura diferente. Los Canales. ¿No os suena? Seguro que sí, pero si alguien que esté leyendo esto se acaba de mudar a este barrio y está empezando a conocerlo… que vaya a Los Canales. Es más, que busque piso por allí cerca. Merece la pena.
Interior pequeño, acogedor… Lo justo. Mucha gente dirá que prefiere los sitios con más espacio. Pero seamos sinceros, donde existe mayor espacio entre las personas es donde se fabrica el silencio.
Desde 2011 Win es la persona que da carisma a esos escasos metros cuadrados del interior. Ahora hay una terraza, pero créame, la verdadera magia del lugar está dentro, como todo en esta vida. Entre esas paredes gobierna el buen rollo, y no lo digo como cliente asiduo, sino como espectador del mismo. He visto decenas de personas entrar y debatir sobre miles de temas punzantes que en otras esferas hubieran acabado peor que una película de Stallone. Pero allí, en Los Canales, todo es diferente.
Puede que sea por las tapas, las raciones, la atención, las risas, pero así es. No importa que opinión contraria tengas a la del comensal de al lado. No importa que tan mal te esté sentando la vuelta de las vacaciones o la factura de la luz. Allí todo se arregla con un botellín y una sonrisa sin levantar la voz. Y ojalá hubiera más lugares como éste. Lugares donde pase lo que pase y pienses como pienses todo es aceptado y respetado. Habría menos problemas en el mundo, seguro. Al menos en Vallecas lo vemos así.
Algunos sabios llevan delantal y Win sabe llevarlo. No es un trabajo fácil lidiar con las personalidades tan dispares que allí se mezclan. ¿Pero acaso eso no es Vallecas? Gente de lugares diferentes con pensamientos tan diferentes como ellos mismos. Y para torear eso hay que ser como Win, que sabe torear con un delantal.