EDITORIAL.
Ya estamos en septiembre, de vuelta del verano y a las puertas del inicio de un nuevo curso. En Puente de Vallecas terminamos el anterior con unas muy buenas fiestas durante el mes de julio, y en septiembre lo retomamos con otras muy buenas fiestas: las de Villa.
Éstas nos van a venir muy bien para encarar este curso, y las vamos a necesitar, ya que el panorama a nivel nacional sigue siendo incierto (aunque muy apasionante y posibilitador), y a nivel internacional… demasiado desolador. En Vallecas, al igual que en otros muchos barrios, tenemos la gran ventaja de que, si miramos a nuestra realidad más inmediata, podemos “animarnos”, ya que es mucho lo que hemos hecho, lo que hacemos y lo que está por hacer.
En este número podemos resaltar, entre otras, algunas noticias tan buenas que nos hacen enorgu-
llecernos de quiénes somos y lo que somos. Por ejemplo, la apuesta municipal por una toma de decisiones
más participativa se ha concretado en los proyectos votados por los vallecanos. 16 Kilómetros, festival de
cine de Cañada Real, una nueva andadura cultural que empieza con mucho empuje. Nuestra portada,
“La Esquinita se queda”, ejemplo de lo mejor del mejor espíritu vallecano. Un buen artículo de opinión
de un trabajador de la limpieza. El agradecimiento a la figura de Amós Acero, restituyendo su busto. Re-
tomamos la actitud crítica y la respuesta social ante tanta política impositora con los “directores a dedo”
de la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid. La RSP, facilitando material escolar de ma-
nera solidaria y no caritativa. Nuevas ofertas de ocio con la web de VTC, “Enredando en Vallecas”. Ha-
ciendo poesía de la historia, compartiendo a Lorca. Nos ofrecen un nuevo taller de clown. El nuevo curso de las asociaciones vecinales, el apoyo con el empleo desde la de Palomeras Bajas, etc.
Con todo este empuje, con todo este buen hacer, lo que nos toca es seguir avanzando en ello y conseguir que quienes todavía no están “en marcha” vayan encontrando su lugar. Todos, absolutamente todos, valemos demasiado como para no hacer un gran esfuerzo colectivo orientado a que cada uno de nosotros lo encuentre.
Necesitamos seguir construyendo Vallecas, ser un buen ejemplo, y a la vez necesitamos se-
guir construyéndonos “a nosotros mismos”. En estos momentos de tanta incertidumbre “afuera” de
uno, es preciso ir construyendo “adentro” de cada uno claridad en las aspiraciones personales y preci-
sión en los proyectos.
En estos momentos de urgencia social, es imprescindible redoblar nuestros esfuerzos y seguir
mostrándonos a nosotros mismos y a los políticos “de arriba” que lo importante somos “las personas
de a pie de calle”. Que vamos ganando terreno y seguiremos ganándolo, porque se ha abierto un nuevo
horizonte que, más pronto que tarde, hará posible un nuevo paisaje humano.
