Por Juan Rodríguez
Cierto es, que diría Aída Nízar, que lo de Luis Suárez, Messi, Neymar, Iniesta, Xavi y compañía no se va a volver a repetir… pero cuando te atacan en manada Lewandowski, Pedri, Raphinha, Lamine Yamal y Dani Olmo (estos dos, los puntales de la nueva España campeona), hay que rezarle a todos los santos para que aquello no acabe en gol. Bueno, pues el Rayo se quedó corto de rezos y se “dejó” remontar ese gol de Unai López en el minuto 9 que puso a toda Vallecas a fantasear con ejercer un año más como el Matagigantes no oficial de LaLiga. La avalancha culé en el segundo tiempo, que volteó el partido a base de pura constancia y dejó las fantasías de la franja perdida entre los múltiples rayos de su actual casaca, dejó dos lecturas muy importantes: para el Barça, que parece que los métodos de Flick (presión asfixiante al rival, verticalidad hacia el gol) están dando resultado; y, para el Rayo, que no vale con un buen primer tiempo para matar a esos gigantes.
El Rayo empezó bien, con Camello dedicando a la afición su medalla de campeón de los JJOO, con un fútbol bien hilado y lleno de desparpajo; con una actitud de “voy a por ti a pecho descubierto” que viene a justificar el relevo en el banquillo del año pasado. Está claro que a Íñigo Pérez le gusta el fútbol de ataque y en su ánimo está que, además de mantener la categoría, los aficionados rayistas se diviertan. Este fútbol dio sus frutos con una jugada de combinación exquisita, nivel Tom Baker-Oliver Atom en el New Team, que Unai López alojó en el fondo de la red de Ter Stegen. Pero esto no es como empieza, sino como acaba (el tipo que inventó esta frase sigue viviendo de los royalties, no ha vuelto a trabajar un día de su vida, aquí van mis 10 céntimos).
Y acabó el partido antes de tiempo para el Rayo. ¡Pero mucho antes incluso de que el Barcelona le empatara a uno! Fue salir del túnel de vestuarios y es como si los franjirrojos hubieran decidido reducir una marcha. Grave error ante un equipo con hambre y un plan. Y con el mejor Lewandowski desde que fichó por el Barça. Y con la salida casi mesiánica (que no Messiánica) del por fin inscrito Dani Olmo desde el banquillo, ¡lo que juega este muchacho! Y con un Lamine Yamal que ya hasta te controla los balones en el aire y de tacón (esto ocurrió, no es fruto de mi imaginación). En fin, que los culés se sacaron de la manga 45 minutos ejemplares y acabaron llevándose el partido. Estupenda llegada de Pedri y zás (1-1), Lewandowski guisándosela y comiéndosela él solito en el área pequeña de Cárdenas (de nuevo titular) y zas (1-2)… pero menos zas porque el gol fue anulado tras revisar el VAR un pisotón de Koundé a Pep Chavarría; así que los ‘Flicki Flackas’ (adiós Xavineta, hola nueva denominación) apretaron aún más si cabe los dientes y Dani Olmo, que está tan de dulce que este te da hasta peras (sorry not sorry), cruzó con la zurda un estupendo pase de Lamine Yamal y zas (1-2, este de verdad).
Pero el Rayo no se quedó de convidado de piedra… o, al menos, no se quedó en esa condición hasta el final del partido, sino que decidió desperezarse cuando aún había tiempo para la hazaña. Isi se puso de repente a jugar, Gumbao le puso un “pase de gol sin gol” a Nteka, Cárdenas subió a rematar los córners… no hubo milagro. Pero casi. La próxima vez, hay que subir la marcha antes del final del partido. O no bajarla, directamente.
El próximo partido del Rayo es el sábado 31 de agosto a las 19:15 horas contra el Espanyol en casa de los periquitos (raro es que no jueguen después contra el Girona para hacer hat trick de equipos catalanes consecutivos)
El ranking:
El héroe del partido: Dani Olmo. En 45 minutos demostró que es uno de los mejores jugadores españoles del momento. Su catálogo de controles, pases, tiros y goles demuestra que a lo mejor al Barça le ha venido bien no traerse a Nico Williams, pero sí al ex del Leipzig…
El villano: Isi. Para este cronista de vista cansada (quizá este sea el problema y no el desempeño del jugador), Isi firmó un partido por debajo de su nivel habitual, fallando pases y controles fáciles (Lejeune le dio un pase que le ponía solo delante de Ter Stegen, pero controló mal y se le echó un defensa encima) y perdiendo balones que generaban contraataques peligrosos. A mejorar para el finde.
El datito: Marc Bernal, nuevo mediocentro de la cantera blaugrana en quien Flick había depositado toda su fe para llevar el mando del equipo esta temporada (era su tercer partido como titular), acabó el partido lesionado y se ha confirmado que se perderá toda la temporada
La pregunta: ¿A qué se debe la caída del equipo en el segundo tiempo? ¿Al buen hacer del Barcelona, a un plan preconcebido desde el banquillo, al estado físico a medias ya que aún estamos en agosto, a esa tranquilidad traicionera de ir por delante en el marcador y relajarse un poco de manera inconsciente, o a una mezcla de todo lo anterior?
Declaraciones:
Íñigo Pérez: «Ha habido dos partes claras. En la primera mitad estuvimos cómodos y todo salió bien. En la segunda parte nos faltó energía, nos costó salir, ganar amplitud y profundidad. La entrada de Olmo nos hizo daño y fue diferencial».