Por Francisco Catalán
Soy un vecino de Vallecas, llevo muchos años viviendo en el barrio y soy mayor. No pertenezco a ningún partido político, pero siempre he estado vinculado al movimiento asociativo y vecinal. Entiendo que frente a la cantidad y calidad de los problemas que vivimos en el barrio: trabajo, vivienda, educación, servicios públicos, infraestructuras y tantas cosas más…, no podemos quedarnos indiferentes. Deseaba ofrecer una modesta reflexión para lo que pueda valer.
Vienen las elecciones y muchos estamos preocupados: ¿Qué pasará? ¿quién gobernará la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid?, ¿votará la gente? y ¿qué podemos hacer?
Desde el respeto a todas las personas que votan a quien creen que mejor defenderá sus intereses y los de la ciudadanía (estamos en una democracia, por imperfecta que sea), a los que se abstienen y a los que no votan, yo sí iré a votar. Y votaré una opción de izquierda porque, a pesar de las peleas, los desencuentros y lo que queramos decir, la izquierda tiene un patrimonio histórico que está en su ADN y si no, no es izquierda: la lucha por la justicia social, por la libertad, por la igualdad, por el feminismo, por los servicios públicos y por el justo reparto de los bienes generados por todas y todos. En esa dirección esperamos que caminen, como manifestaron las tres formaciones: PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos en el acto de presentación del pasado 26 de abril en Vallecas Todo Cultura.
La derecha votará y lo tiene fácil: PP o Vox. Están en la misma longitud de onda, se apoyarán y debatirán sus propuestas, pero acabarán confluyendo y defendiendo los intereses de quienes tienen el poder de hecho: grandes compañías, sistema financiero, fondos privados, grandes propietarios, compañías que explotan la sanidad privada, y en definitiva los verdaderos beneficiarios de este sistema injusto, aunque les apoyen gentes sencillas de nuestro barrio. Su voto no será un voto inútil.
Pero ¿qué consecuencias tendrán que los vecinos y vecinas que están desencantados de la política y sus políticos, que creen que “todos son iguales” “que no vale la pena votar”, pero que sí desearían una buena sanidad pública, una buena educación pública, unos buenos servicios sociales, un reparto equitativo de la riqueza en la Comunidad más rica y más desigual de España, una mayor justicia social, una vivienda asequible, infraestructuras dignas y cuestiones similares, si deciden no votar a alguna opción de izquierda, aunque no les convenza del todo? Pues fácil: abrirán el camino ancho al gobierno del PP y Vox en la Comunidad y el Ayuntamiento. Cuatro años más deteriorando la sanidad –el hecho de que nos manifestáramos masiva y espectacularmente en abril en contra de esa deriva no ha hecho mella en la señora Ayuso ni en su consejería-; cuatro años más manteniendo y aumentando esa sangrante desigualdad social; cuatro años más de golpes a barrios como el nuestro que sigue a la cola de renta y recursos en Madrid; y cuatro años más de un Ayuntamiento que se gasta millones en volver a levantar la Puerta del Sol y que no alivia los problemas de todo tipo que sufrimos sino con migajas. Y nuestro barrio sigue el camino descendente.
Votaré, sí. Consciente de que el camino, aunque gane la izquierda, será lento y difícil. Ya lo sabemos. Y exigiremos participación en las decisiones si decidimos implicarnos más las vallecanas y los vallecanos. Y pediremos que trabajen juntos, con programas comunes y voluntad común de poner por delante el interés ciudadano a sus propios intereses como organizaciones. Y que mejore la vida de la gente, particularmente de la más vulnerable. Y si no lo hacen, les pediremos cuentas.
Sinceramente, no veo otra opción que resuelva algo o por lo menos lo intente. Toca votar, porque si no…