El Pleno del Foro Local de Puente de Vallecas, convocado en la tarde del 29 de octubre, no se pudo celebrar por falta de quórum
Por Luis Miramón, Vicepresidente Foro Local Puente Vallecas
“La participación es la capacidad para expresar decisiones que sean reconocidas por el entorno social y que afectan a la vida propia y/o a la vida de la comunidad en la que uno vive” (Roger Hart, 1993). Para que la participación pueda ser real y útil deben cumplirse algunas condiciones, la primera es el respeto al Estado de Derecho, respeto al contrato social y espacios para participar. La Constitución Española así lo recoge en el artículo 23.1 y en el artículo 129. La protección constitucional por sí misma no garantiza el ejercicio de la participación. Bajo la apariencia legal, muchas veces, los gobiernos legalizan la desconfianza en la ciudadanía.
Cuando los funcionarios o los políticos toman decisiones no sólo deben estar basada en los textos legales, en su decisión están las necesidades y los anhelos de los ciudadanos. Por ejemplo, aplazar o denegar una solicitud de ayuda por un defecto formal supone condenar a una familia al hambre.
Participación ciudadana es intervenir en las tomas de decisión y que las propuestas sean debatidas, mejoradas y finalmente, si hay consenso, ejecutar y poner en práctica.
La Administración tiene la obligación de informar de forma activa. No basta con portales genéricos en Internet que no se actualizan. Hay atender las demandas de las vecinas que participan. Ya que detrás de estas demandas está la intención de mejorar la convivencia.
Tiene que existir confianza de la administración en los ciudadanos, reconociendo su autonomía para organizarse, informando, facilitando medios y lo más importante es tener una escucha activa y una rendición de cuentas constante.
También los ciudadanos tenemos que confiar en la administración, más allá de su signo político. Se deben asumir compromisos y obligaciones autoimpuestas. En los ámbitos comunes importan los esfuerzos colectivos, pero los equilibrios son frágiles y las decisiones individualistas afectan negativamente al colectivo.
En Puente de Vallecas, el día 29 de octubre debía celebrarse el plenario de los Foros Locales. Un ejemplo de lo que no debe ser la participación de acuerdo con lo anterior, es que no se celebró por falta de quórum.
Falta de confianza de la administración, al modificar por decreto, y sin consensuar, el reglamento de los foros. Falta de confianza en el Ayuntamiento que niega informaciones o no colabora en organizar actividades con el tejido social. Decisiones individuales no consensuadas. Errores en quienes organizamos el plenario.
Las consecuencias inmediatas son la pérdida de un espacio común y una oportunidad de debate, no aprobar propuestas que permitirían intervenir en la gobernanza del distrito, o, al menos, poner de manifiesto que hay otra forma de hacer las cosas y más querida por la ciudadanía.
Un paso atrás
Pero, además, supone un paso atrás en la creación de espacios de confianza que se ganaban lentamente. Por ejemplo, se empezaban a celebrar reuniones de mesas del Foro Local con técnicos municipales en las que se podían obtener la información necesaria para hacer propuestas de mejora.
A estas alturas, con la amenaza de la puesta en marcha de los Consejos de Proximidad en los próximos meses, quedará instituida la falta de confianza del Ayuntamiento en la ciudadanía, a la que considera extras de película, y el control de la llamada participación desde el equipo de Gobierno.
Es necesario reconstruir al menos las redes tejidas entre los ciudadanos y el trabajo colectivo, no ya para participar institucionalmente, que parece que va a ser muy difícil, sino para conocernos mejor y actuar frente a los desmanes municipales.