Por Redacción
Alrededor de 200 personas se concentraron el viernes 23 de octubre en el parque Amos Acero para protestar contra el desalojo del Ateneo Libertario de Vallekas, llevado a cabo por Policía Nacional a primera hora de la mañana. ‘Gobierne quien gobierne, el pueblo siempre pierde’ fue uno de los lemas más coreados por los asistentes que marcharon tras la pancarta ‘¡Ningún desalojo sin respuesta!’. Los manifestantes repartieron un escrito donde explicaron el motivo de su acto de protesta.
A continuación se reproduce de forma íntegra:
“Esta madrugada ha sido desalojado el Ateneo Libertario de Vallekas. Ante su incapacidad de responder a la solidaridad que se mostró durante el anterior desalojo, la policía ha decidido aparecer de madrugada, sin notificar fecha ni hora. Sabían que solo utilizando sus tácticas más rastreras podrían llevar a cabo el desalojo. El desalojo de un espacio que llevaba abandonado desde el año 2007, siendo recuperado hace más de 6 años. En concreto, el proyecto del Ateneo Libertario de Vallekas lleva más de dos años organizando charlas y talleres, actividades y debates, sirviendo como gimnasio, punto de encuentro, lugar para conspirar y crear. Esto es algo que ningún gobierno puede tolerar, y por eso el gobierno más progresista de la historia nos ha enviado a sus lacayos de madrugada, armados y en gran número (unas 10 o 12 lecheras), para poner fin a un proyecto que cuestiona la esencia de su propia existencia.
Este desalojo se enmarca en medio de una campaña mediática y política de ataque a la ocupación. Esta campaña no es más que una muestra más de lo que es la lucha de clases: la defensa de las propiedades de los ricos. Ante la inminente llegada de una crisis económica sin precedentes, la respuesta de los propietarios y los ricos es llenarnos el barrio de policía y cámaras, cerrar los parques mientras abren más casas de apuestas, y subirnos el alquiler cuando antes ya no podíamos ni queríamos pagar.
La respuesta de los ricos nos deja un barrio desolado: inmobiliarias especulando, bancos, grandes propietarios, narcomafias, casas de apuestas, proxenetas, abusos policiales y redadas racistas… Todo esto son los ejes de la misma pinza, que allana el camino a la represión y quiere un barrio dedicado al consumo, como si fuera un gran centro comercial. De esta manera se expulsa y se criminaliza al pobre, mientras nos llenan el barrio de habitantes con un mayor poder adquisitivo.
Cada desalojo, cada desahucio, cada resistencia frente a matones contratados por especuladores, es una oportunidad para plantar cara a los especuladores, poner en marcha la solidaridad, el encuentro, la acción directa, la complicidad y la lucha. Mientras siga existiendo la propiedad privada y su mundo, mientras Madrid siga teniendo miles de viviendas vacías, atesoradas por bancos y especuladores, y haya gente sin casa, seguiremos okupando.
¡Okupa y ataca!”