Por Juan Rodríguez
Este nuevo Mallorca de Arrasate tiene un mejor trato del balón con respecto al del “Vasco” Aguirre, pero no ha perdido su capacidad de plantarse en la puerta contraria en dos latigazos cuando la ocasión lo requiere (Muriqi, esa torre humana que se encarga del gol en la isla, es clave como apoyo en estas transiciones rápidas). Ambas cosas, tiki-taka y pim-pam-púm, las mezcló el equipo balear para llevarse un duelo en el que el Rayo, quitando algunos minutos en la primera mitad, estuvo perdido en combate.
Esa alternancia entre juego directo y más hilvanado fue especialmente llamativa, jugosa, y dañina para los de Íñigo Pérez, en un inicio de partido fulgurante (he rescatado esta palabra desde los más bajos confines del diccionario) por parte de los baleares. Y es que el Rayo se presentó al partido entre muy desconcertado y bastante desconcertado. Ya en el primer minuto de partido, Robert Navarro estampó un derechazo en el palo izquierdo de Batalla. En el 10, Muriqi se encontró solo delante de Batalla y remató de cabeza… al césped, lo que provocó que el balón rebotara en el suelo y saliera despedido por encima del larguero.
Dos resoplos de los vallecanos que daban a entender que no estaban bien plantados en el terreno de juego, o que precisamente estaban demasiado “plantados”, literalmente, lo que facilitaba el juego fluido y sin apenas oposición del Mallorca. En el minuto 13, una buena combinación Gumbau-Álvaro-Camello acabó con un córner a favor del Rayo con el que los madrileños intentaron meterse en el partido. Era el momento de que Unai López, Isi y el flexible Gumbau (interesante incorporación al equipo llegado desde el descendido Granada) sacaran la cabeza y cambiaran la dinámica del encuentro. Así fue, un poquito, porque a varias llegadas del Mallorca le correspondía una del Rayo, con algún tiro de Camello, que intentaba equilibrar las fuerzas sobre el césped.
En el minuto 34 de juego, Gumbau tuvo un zurdazo fácil dentro del área del Mallorca que acabó en un tiro manso a las manos de Greif. Un estupendo pase al hueco de Álvaro desaprovechado y una clara ocasión de voltear el partido del lado rayista, que cada vez se alejaría más de la franja. La primera mitad acabó con Batalla salvando un claro remate de Robert Navarro desde el área pequeña.
Tras el descanso, el partido volvió a la casilla de la salida, esa en la que el Mallorca poco menos que bordaba el fútbol y el Rayo estaba desaparecido. Bueno, pues lo mismo. Ahora, además, el acompañante de Muriqi en la delantera mallorquinista, un duendecillo canadiense llamado Larin, decidió que ya estaba bien de tanto foco centrado en su compañero. Él también quería las luces del partido y se puso a protagonizar acciones de ataque como si fueran gratis. El cántaro empezaba a ir tantas veces a la fuente que acabó rompiéndose: Muriqi cabeceó a gol un fácil remate en el área pequeña del Rayo a 15 para el final. Perder en Mallorca, ante este Mallorca, es perfectamente comprensible; pero no presentar la lucha habitual de los franjirrojos, no.
El próximo partido del Rayo es el sábado 26 de octubre a las 16:15 horas en casa contra el Deportivo Alavés.
El ranking:
El héroe del partido: Muriqi, la estrella indiscutible del Mallorca y una de las estrellas de la liga
El villano: Aridane le perdió la pista a Muriqi en el remate del delantero del Mallorca que acabó significando el gol del partido. En el fútbol profesional, si te despistas un momento, estás muerto.
El datito: En el minuto 42, el VAR revisó un posible penalti por mano dentro del área del Mallorca. Tras un par de minutos de incertidumbre, se reanudó el juego sin pena máxima. Ahí tuvo, quizás, la oportunidad de partido el Rayo.
La pregunta: ¿Podemos hablar ya de “Caso James”? Salió al campo para sustituir a un desafortunado Isi y estuvo casi tan desafortunado como éste. Claro que, entrando siempre con tan poco minutos, la cosa se complica…
Declaraciones:
Íñigo Pérez: «Han sido mejores. No hay excusas. Tendremos que analizar el partido con calma y utilizarlo para mejorar».
Batalla: «Fue un partido complejo. Nos costó bastante el desarrollo del juego. A veces no sale lo que uno pretende. A seguir trabajando. Ahora tenemos un partido más que importante en casa».