Por Centro Cultural Palomeras
El Centro Cultural Palomeras (CCP) nació en los convulsos años 70 como un colegio de barrio. Corrían tiempos difíciles para la población vallecana: infravivienda, analfabetismo, paro, ausencia de prestaciones básicas como transporte público, centros de salud, acondicionamiento de las calles… El barrio era un barrizal repleto de casitas bajas y chabolas construidas gracias a la solidaridad vecinal. Había mucha pobreza y escasez de casi todo.
Un pequeño grupo de vecinos y vecinas, en colaboración con un conjunto de maestros y maestras sensibles a esta realidad, se organizó para ofrecer un servicio al barrio. Construyeron un pequeño colegio en la calle de Cuatro. Eran padres y madres, maestros y maestras militantes, apasionados y apasionadas, que compartían un enorme sentido de justicia social.
Se trataba de atender a los hijos e hijas de la población migrante llegada a esta zona de Madrid. Una ciudad necesitaba esa mano de obra, pero, a la vez, no ofrecía a esta buena gente un lugar digno donde vivir, ni colegios donde educarse.
Cooperativa de profesores
Y así surgió el CCP, transformándose posteriormente en una pequeña cooperativa de profesores con una profunda vocación de servicio público. Es, desde entonces, nuestra seña de identidad y así hemos querido mantenerla hasta el día de hoy.
Ha llovido mucho desde aquellos días. Los tiempos han cambiado, la sociedad ya no es la misma, las familias no son las mismas y el profesorado tampoco. Sin embargo, nuestro compromiso con el barrio sigue intacto.
Hemos celebrado recientemente nuestro 50 aniversario y, echando la vista atrás, nos hemos dado cuenta del enorme esfuerzo realizado para perseguir nuestro sueño de ser un colegio de barrio comprometido y “molón”.
Los antiguos alumnos y alumnas nos han contado ahora cuánto les ha aportado en su vida haber pasado por el CCP: el trabajo permanente sobre los valores humanos; los talleres organizados con la participación de las familias; la conciencia feminista, celebrando por todo lo alto el 8 de marzo; la mirada crítica despertada con las chirigotas de los carnavales; las maravillosas acampadas, aportando su granito de arena para mejorar la convivencia y la cohesión de grupo; las asambleas de clase para resolver conflictos y hacer propuestas…
Desde la mirada adulta, queremos añadir a esta lista el hecho de acoger en nuestras aulas, desde hace 40 años, a la Escuela de Personas Adultas en horario de tarde.
También, el haber apostado firmemente por el programa de integración desde el año 86 convirtiéndonos en centro preferente desde sus inicios. Actualmente, hemos incorporado, además, las aulas TEA (Trastorno del Espectro Autista).
Centro bilingüe
Desde el año 2010, se ha realizado un gran esfuerzo por convertirnos en un centro bilingüe y que nuestros chicos y chicas de Palomeras tengan esa oportunidad de salir al mundo con un buen nivel de inglés. Nuestro interés por la innovación pedagógica nos acompaña desde siempre aunque no es fácil hacer una propuesta innovadora que se salga, un poco, de lo establecido: trabajo cooperativo, aprendizaje por proyectos, trabajo por rincones, metodología de las matemáticas… etc.
Hay que insistir, por supuesto, en que nada de esto hubiera sido posible sin la participación de las familias. Durante muchos años se llevaron a cabo, incluso, talleres impartidos conjuntamente por familias y docentes una tarde a la semana. Ese sistema de organización con padres y madres se tuvo que interrumpir debido a trabas administrativas, pero nos planteamos volver a retomarlas cuando sea posible, dado que era una experiencia integradora, formativa y gratificante para toda la comunidad educativa.
A día de hoy, seguimos funcionando por comisiones mixtas entre familias y escuela para llevar al colegio y a su proyecto hacia adelante. La verdad es que hemos tenido mucha suerte con las madres y padres que han elegido nuestro centro y, sin ellos y ellas, no hubiéramos podido hacer ni la mitad de las cosas que hemos hecho. “Queridas familias, muchísimas gracias por estar ahí”.
Sabemos que quedan muchos aspectos por mejorar e incorporar a nuestra realidad educativa, pero nos sentimos muy orgullosos y orgullosas de nuestro colegio y de su vínculo con Puente de Vallecas, nuestro querido distrito.