Por Redacción
A Olga Martínez, vallecana, socióloga y rayista, se la puede encontrar en el mercado de Puente de Vallecas haciendo la compra. También en las manifestaciones contra la degradación del barrio o en la organización de la Batalla Naval, ya que es de la Cofradía Marinera de Vallecas desde hace años. Ahora, desde el pasado 1 de octubre, ocupa un asiento en el Ayuntamiento de Madrid como concejala de Más Madrid responsable de Puente de Vallecas y Usera.
Pregunta: Como vallecana, ¿qué significa representar a su barrio en Cibeles?
Respuesta: Una enorme oportunidad para seguir peleando por hacer realidad las reivindicaciones históricas de Vallecas, que he vivido desde pequeña en primera persona. Significa también una gran responsabilidad y compromiso, sobre todo porque yo comencé a participar en política con el objetivo de que, en mi barrio, y en los barrios como el mío, podamos vivir de manera digna y con las mismas oportunidades que tienen en otras zonas de Madrid.
P: ¿Cree que es importante que haya vecinas y vecinos de los barrios en las instituciones?
R: Los representantes en las instituciones deberían ser eso, de barrio, conscientes de las problemáticas de las distintas zonas. Nada más realista en el diagnóstico y la propuesta que la experiencia de las propias personas que viven en los diferentes barrios de Madrid. Además, las instituciones no son algo ajeno a la gente, sino espacios donde se toman buena parte de las decisiones que nos afectan y en las que debemos poder participar. Hace mucho tiempo que en Vallecas salimos del barro y tenemos todo el derecho a formar parte de estos espacios.
P: ¿Qué puede hacer una concejala vallecana para que la periferia también tenga voz?
R: Está claro que el PP solo gobierna para unos pocos, para aquellos a los que hace regalos fiscales, para los rentistas y para los turistas con dinero, pero muy poco para los madrileños y madrileñas, sobre todo si estos viven en el sureste de la ciudad. Hay que recordarles que esta zona lleva décadas sufriendo un importante abandono y que forma parte de la ciudad en las mismas condiciones y con los mismos derechos que, por ejemplo, el barrio de Salamanca o el de Moncloa-Aravaca. A veces parece que somos un distrito de segunda, pero, como el Rayo, Vallecas y sus vecinos y vecinas ¡somos de primera!
P: ¿Cómo piensa mantener el contacto con el tejido vecinal?
R: El asociacionismo y la participación ciudadana son una seña de identidad del distrito. Sé lo que es creer en algo de manera colectiva, dedicar tu tiempo y mucho esfuerzo para sacarlo adelante. Por eso mantengo una coordinación constante con las asociaciones vecinales. Siempre están ahí y yo siempre estaré con el tejido social. Vallecas es puerto de mar y aquí a la batalla siempre vamos juntas.
P: ¿Cuáles son las prioridades actuales de Puente de Vallecas?
R: Necesita inversión y un proyecto claro que mejore las condiciones de vida. Es necesario incidir en zonas especialmente degradadas de San Diego y Entrevías, con medidas coordinadas para el desarrollo económico, el fomento del empleo, la intervención social o la mejora del mantenimiento y la limpieza. A esto se suman la necesidad de intervenir sobre la accesibilidad universal y la movilidad también en los barrios de San Diego y Numancia, con un importante esfuerzo por luchar contra las islas de calor en estas zonas. No puedo dejar de señalar que es imprescindible el derribo del ‘scalextric’ de Puente de Vallecas, no sólo por la mejora en la calidad del aire y la contaminación acústica, sino también por la recuperación de espacio público que permitiría disponer de nuevas zonas verdes y equipamientos. Además, seguimos teniendo una enorme carencia de dotaciones. Es increíble que en un distrito con más de 240.000 habitantes no dispongamos de ningún centro juvenil, que sigamos, esperando la tan anunciada escuela de música, cuyo presupuesto desapareció tras años de publicidad de PP, o que Entrevías no disponga de ninguna residencia pública para mayores. En Puente de Vallecas nos sentimos orgullosos de nuestro barrio y, por eso mismo, también queremos poder disfrutar de él, con unas calles y plazas limpias, parques y zonas verdes bien mantenidos, con equipamientos y servicios públicos suficientes. Los vallecanos y vallecanas también tenemos derecho a la ciudad.








