EDITORIAL.
Nuevamente la PAH de Vallekas ha realizado una acción de rescate, esta vez del inmueble de Monte Perdido, 60 Bis (se puede ver toda la información en la pág. 8). Buena ocasión para realzar todo el trabajo que viene realizando la Plata-forma de Afectados por la Hipoteca, quien nos cuenta en su web: “Desde el inicio de la crisis en 2007, se calcula que en España se han realizado alrededor de 550.000 ejecuciones hipotecarias. Ante esta situación de emergencia y ante la pasividad del Gobierno, la sociedad civil se ha visto obligada a organizarse. En el año 2009 nace en Barcelona la PAH, la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, un movimiento ciudadano que defiende el derecho a una vivienda digna. La PAH hoy cuenta con más de 200 núcleos en todo el Estado, y se ha erigido en el principal opositor a las políticas de vivienda del Gobierno español”.
Quizás sea la PAH uno de los mayores ejemplos (en estos últimos años) de cómo organizarse, hacerse visible y realizar acciones potentes de desobediencia no violenta frente a una tremenda injusticia y una de las mayores estafas, como es el hecho de que te roben tu propia casa. Esta forma de organizarse ha tenido como uno de sus elementos principales el hacerlo desde los propios afectados. Frente a la desesperación y desolación de cada uno de ellos, la PAH se ha constituido en un ámbito con una fuerte sensibilidad humana que ha hecho posible luchar organizada- mente entre quienes estaban en la misma situación, creándose una verdadera y muy sentida solidaridad que a muchos de ellos les ha supuesto cambios muy importantes en su manera de mirar la vida.
De otro lado, el trabajo que se hizo desde hace unos dos años permitió presentar la Iniciativa Legislativa Popular, para que entre otras cuestiones se reconociera la dación en pago. Más de 1.500.000 de firmas a las que el Gobierno respondió vergonzosamente. Pero quizás lo que más fuerza haya dado a este movimiento es la pequeña frase por la que se les reconoce: “Sí se puede”. Este “Sí se puede” tal vez haya sido el siguiente paso a aquel “Basta ya” que años anteriores recorría diversas movilizaciones sociales.
El “Sí se puede”, aunque su origen no está en la PAH, sí es ésta quien le ha dado el contenido y la fuerza que hoy tiene esta pequeña frase y que consigue sintetizar una de las mayores necesidades de este momento difícil y crucial: creer que es posible y organizarse para conseguirlo.
En tanto se vaya generalizando este “Sí se puede”, y llegando a muchos otros campos, se estará realizando la construcción de todo lo nuevo que estamos necesitando.