Por Isa Mendi/ Fotos: Yeyei
Los datos hablan por sí solos. En poco más de dos semanas de funcionamiento, la Despensa Solidaria de San Diego ya ha prestado ayuda a más de 300 familias de su barrio (más de 1.100 vallecanos y vallecanas, 426 de ellos menores) en una situación de vulnerabilidad social agravada por la crisis sanitaria de la COVID-19. Esta iniciativa que se desarrolla en el local del centro cultural autogestionado La Horizontal (calle de Eduardo Requenas, 10) forma para de la red de apoyo vecinal Somos Tribu Vk y su fuerza motriz son los más de 100 voluntarios y voluntarias que se afanan a diario en la ingente labor de facilitar alimentos y productos básicos para que a sus vecinos más próximos se les haga menos cuesta arriba el día a día por la falta de recursos.
Esta iniciativa comenzó a gestarse en una asamblea el 23 de abril, la primera compra se realizó el día 27 y el primer reparto, al día siguiente. “En la despensa nos juntamos tanto quienes necesitan ayuda como los que no, bajo unos principios de apoyo mutuo, cada cual según sus necesidades, su capacidad, su tiempo o recursos. Ha seguido el ejemplo de otras despensas en el barrio: La Villana, en la zona de Doña Carlota, la Brecha en Numancia, la Asociación Vecinas Nuevas Palomeras en Palomeras, y la Trinchera y Kontrakorriente en Villa de Vallecas. El intercambio de conocimiento, documentos y protocolos, criterios de ayuda y material entre ellas es fundamental para iniciar el trabajo en La Horizontal”, explica Isa, una de las vecinas que participa en la despensa, a Vallecas VA.
Asegura que, actualmente, “hay muchas peticiones de alimentos”. “El criterio desde el inicio ha sido proveer de cestas según orden de llamada sin mantener a una familia con un reparto fijo, es decir se hace el reparto, pero si vuelven a necesitar deben volver a llamar. También hay carencias de cosas básicas como sillitas de bebes, carritos, teléfonos móviles y ordenadores, ropa, etc…”, señala esta voluntaria.
Organización
A nivel organizativo, explica que hay cinco grupos de trabajo que funcionan a través de WhatsApp y de una tabla de Excel con los nombres, números de teléfono, disponibilidad de tiempo y de carnet de conducir o coche, o certificado de manipulador de alimentos de cada vecina que participa en la despensa. Éstos son: llamadas, comunicación, compras/recogidas/repartos, gestión económica y coordinación. Su principal objetivo es conseguir fondos y donaciones de entidades o personas particulares. También han puesto en marcha una campaña de recogida de alimentos a la puerta de supermercados. Otros trabajos son preparar los productos en bolsas equitativas y repartirlas a personas anónimas y de forma abierta, sin condiciones, en el local de la calle Eduardo Requenas o a domicilio en caso de necesidad.
“Luego van surgiendo otros según las necesidades de las vecinas: de apoyo laboral, de apoyo para madres, también hay una necesidad de alfabetización digital tanto para adultos como para jóvenes que necesitan seguir sus clases por Internet, también hay una dificultad de acceso a Internet que se ha intentado comenzar con la campaña Vallecas comparte la wifi con el objetivo de aumentar la red de apoyo de personas que lo necesitan”, dice Isa.
La que habla ahora es Eva, otra voluntaria que está en el grupo de bienvenida que explica y guía a las personas que quieren colaborar. “Quisiera remarcar, más allá de la despensa, que todo el tejido vecinal de Vallecas ha demostrado que ha resurgido esa red que estaba ahí y que a día de hoy está funcionando de forma impresionante. El otro día un compañero que trabaja en el centro de acogida de refugiados me dijo que hacía falta ropa de bebés porque no había donaciones, lo dije, y a las dos horas de reloj tenía dos bolsas en la puerta de mi casa, un carrito, un cuco, impresionante. Es importante que se visibilice la solidaridad que hay en el barrio que ya venía de lejos, lo bonito es que se pueda mantener en el tiempo más allá de esta situación de emergencia con las despensas, fortalecer estas redes”, apunta.
Por su parte, Itxi, de la Asociación La Horizontal, reconoce que para ella ha sido como una explosión “muchos motores en la misma dirección para un mismo objetivo, apoyo mutuo entre vecinos y vecinos, un encuentro de muchas personas con un objetivo claro y remando todas para lo mismo”, señala. “No nos olvidamos de la denuncia, de la falta de recursos y del olvido que hay hacia las personas más vulnerables. Se tendría que hacer cargo el Ayuntamiento y la Junta. La idea de que no sea una despensa asistencialista creo que ya es un avance, pero al final es un parche. Están muy bien las donaciones económicas y de alimentos que nos permiten seguir funcionando, pero no podemos seguir manteniéndola mucho tiempo. Cuando el espacio tenga que volver a la actividad, se tienen que hacer cargo las personas que se tienen que hacer cargo. Hay un apoyo mutuo, va a seguir, estará, pero igual la despensa se tiene que transformar en otra cosa, como una red que nos una”, considera.
Emociones
“Cada día se va sumando gente, cada día pregunta cómo colaborar, cómo puede ayudar o después de haber recibido alguna cesta qué es lo que puede hacer para unirse y ayudar también. La verdad que emociona mucho, se ve el tejido tan grande que tiene el barrio, que viene de lejos, de una historia de asociación y lucha bastante fuerte y con conciencia de barrio”, añade Isa. “Veo que, aunque las redes que se han ido formando en los barrios enfocadas a la búsqueda de donaciones de alimentos y a las necesidades más básicas, van a ser imprescindible que se mantengan. El objetivo no es sustituir a los Servicios Sociales, pero no podemos desaparecer si la situación se suaviza a nivel de carestía de alimentos y demás. Lo que vendrá después de la pandemia será igual de malo o peor (más paro, los monopolios de grandes empresas cargándose lo poco que queda del comercio de barrio, las casas de apuestas alimentándose de la miseria otra vez…). Reivindicar las asociaciones de barrio como los verdaderos representantes de los vecinos puede que sea el logro más potente que podamos tener”, concluye.
Entre las iniciativas puestas en marcha por la Despensa Solidaria de San Diego, se encuentran ‘Kilos solidarios’ en los comercios a través de la creación de bonos de ayuda de 2, 5 y 10 euros, o la recogida ‘¡Dona productos para tus vecinos! El número de cuenta para hacer aportaciones económicas es el ES04 1491 0001 2730 0010 6822 (titular Asociación La Horizontal- concepto TRIBU).