Insuficiencia cardíaca, cuenta con tu enfermera

Por Margarita Álvarez y Concha Párraga, enfermeras de Familia CS Entrevías y Campo de la Paloma

La insuficiencia cardíaca es la enfermedad causada porque el músculo cardíaco no bombea sangre de la manera en que debería hacerlo. Cuando esto sucede, la sangre a menudo retrocede y el líquido se puede acumular bien en los pulmones, lo que nos puede causar falta de “aliento, o aire” (lo que nosotros llamamos disnea) o en las piernas, lo que puede causar hinchazón de las mismas (lo que llamamos edemas). Las causas pueden ser varias, y pueden provocar un corazón demasiado débil o rígido como para llenarse y bombear sangre de forma apropiada.

Cualquiera de las siguientes afecciones puede dañar o debilitar el corazón y causar insuficiencia cardíaca:
— Enfermedad de las arterias coronarias y ataque cardíaco, que se desarrolla por la acumulación de depósitos de grasa en las mismas (placas de ateroma). Los depósitos estrechan las arterias, lo que reduce el flujo sanguíneo y puede derivar en un ataque cardíaco.
— Presión arterial alta. La hipertensión obliga al corazón a realizar un esfuerzo mayor de lo debido para bombear la sangre a todo el cuerpo. Con el tiempo, puede hacer que el músculo cardíaco se vuelva demasiado rígido o demasiado débil para bombear la sangre con eficacia.
— Enfermedad de las válvulas cardíacas. Si una válvula no funciona correctamente, el corazón debe realizar un esfuerzo mayor para bombear la sangre, debilitándolo.
— Ritmo cardíaco irregular, conocido como arritmia, puede hacer que el corazón lata demasiado rápido, lo que genera un trabajo adicional. Una frecuencia cardíaca lenta también puede derivar en insuficiencia cardíaca.
— Otras enfermedades pueden contribuir a la insuficiencia cardíaca crónica como la diabetes, el VIH, una tiroides hiperactiva o hipoactiva o una acumulación de hierro o proteínas.

Los síntomas de la insuficiencia cardíaca pueden desarrollarse lentamente, aunque en ocasiones repentinamente. Los más comunes son: falta de aire (disnea) durante una actividad o cuando estás acostado, fatiga y debilidad, hinchazón en las piernas (edema), en los tobillos y en los pies, latidos del corazón rápidos o irregulares, menor capacidad para hacer ejercicio, hinchazón del abdomen, aumento de peso muy rápido debido a la acumulación de líquidos, náuseas y falta de apetito, dificultad para concentrarse o menor estado de alerta, y dolor en el pecho si la insuficiencia cardíaca es producto de un ataque cardíaco.

¿Qué puedo hacer para prevenirla? Los cambios en el estilo de vida pueden prevenir que nuestro corazón esté más débil o rígido. Es conveniente mantener un peso adecuado para la edad y estatura, no fumar, hacer ejercicio regularmente, consumir menos sal, controlar el estrés y mantener unas cifras de tensión arterial por debajo de 140/90.

¿Qué debo hacer si ya padezco insuficiencia cardiaca?

— Pesarme todos los días en las mismas circunstancias para identificar de forma precoz cualquier aumento de peso.
— Autocontroles de tensión arterial.
— Seguir todas las recomendaciones indicadas en cuanto a dieta, ejercicio y control de estrés, así como una correcta adherencia al tratamiento farmacológico prescrito.

Durante el próximo mes de abril el Centro de Salud Entrevías organizará un taller para tratar con más profundidad la insuficiencia cardíaca y sus cuidados dirigido no solo a los pacientes del centro, sino a todos aquellos que estén interesados en el tema. Para poder asistir solo tenéis que poneros en contacto con vuestro centro de salud para poder inscribiros en el taller.

¡Cuenta con tu enfermera también en la prevención y tratamiento de la Insuficiencia Cardíaca! Siempre caminando de tu lado.

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