Por Juan Rodríguez
El Rayo Vallecano estaba en números rojos (una victoria en los últimos 14 encuentros) y el cambio de entrenador busca detener la caída libre en la que había entrado el equipo. El elegido para revertir la dinámica negativa es Íñigo Pérez, que fue segundo de Iraola cuando este dirigió al Rayo en la temporada 22-23 y que intentará hacerse un nombre en los banquillos de Primera. Porque este es el objetivo, mantenerse en Primera. Qué lejos quedan aquellos días de principio de temporada cuando en Vallecas se soñaba con Europa…
Francisco deja al Rayo solo siete puntos por encima de los puestos de descenso y con una racha de cinco jornadas sin ganar. En los 24 partidos que ha dirigido a los vallecanos ha logrado cinco victorias (la última en casa data de septiembre), nueve empates y diez derrotas. Pero donde verdaderamente saltan las alarmas es en los goles anotados: 21, el segundo que menos veces perfora las redes rivales de toda la competición (solo el Cádiz anota menos que el Rayo). A este respecto, es necesario señalar que Raúl de Tomás, quien se presumía fichaje estrella y el más caro de la historia del club, ni siquiera se ha estrenado en LaLiga.
Llega un jovencísimo Íñigo Pérez (36 años y con aspecto de ‘estar para jugar’) con un objetivo muy claro: asegurar la permanencia. Nada más llegar, se enfrenta a un doble combo que ni los que hacía Guile en ‘Street Fighter II’: primero recibe al Real Madrid en casa (domingo 18 de febrero) y, la semana siguiente, se enfrenta al exrayista Míchel y el Girona en Montilivi (lunes 26 de febrero). ¿No querías Primera? ¡Pues toma Primera! La liga de verdad del Rayo, y de Íñigo, comenzará con la visita del Cádiz a Vallecas (sábado 2 de marzo). Duelo con un rival directo que puede aclarar los puestos de descenso.
El nuevo entrenador, a quien acompañan Adrián López (segundo) y Óscar García (preparador físico), ha firmado hasta 2025 y una de sus armas para reactivar al equipo será tirar de su buena relación con la plantilla. Como segundo de Iraola, era el “poli bueno” y el más cercano a los jugadores, de los que siguen una gran mayoría. En su presentación como máximo responsable del Rayo, Íñigo afirmó tener una idea de juego muy similar a la de Iraola y expresó su deseo de recuperar anímicamente al vestuario (“a nivel emocional, se sienten frustrados”). Toda la suerte del mundo para Íñigo y gracias a Francisco por todo su trabajo y profesionalidad. ¡Vienen partidos emocionantes en Vallecas!