EDITORIAL
El 25 de mayo hay elecciones al Parlamento Europeo. En la página 9 informamos acerca de la importancia que puedan tener y del significado e incidencia en estas elecciones del voto nulo, el voto en blanco y la abstención. También recogemos respuestas de partidos políticos y opiniones de vecinos del barrio.
Nos encontramos frente a una situación bien importante: decidir no votar o por quién votar. Un acto que adquiere mayor relevancia dada la difícil situación que estamos viviendo la mayoría de las personas.
Se podrá argumentar que “de poco o casi nada sirve votar”. Éste es un sentir que va creciendo producto del hartazgo y cansancio de la mayoría de la gente, pero que únicamente beneficia a quienes siguen estando en el poder (mayormente PP y PSOE).
Imaginémonos que, al igual que con el 15M, con las mareas, con las huelgas, con las diferentes luchas sociales, etc., una parte importante de la población optara por querer y creer que es posible “echarles del Parlamento”. Ahí sí podrían empezar a cambiar las cosas y “abrirse el futuro” para una gran mayoría.
Este mundo está cambiando, las personas estamos cambiando y esta democracia se puede transformar. No nos equivoquemos: hemos de votar si queremos incidir en estas elecciones y posibilitar qué opciones cargadas de futuro vayan abriéndose paso.
Tampoco seamos ingenuos: los nuevos partidos no son garantía de honestidad y eficacia. Lo que cuenta son los hechos, el trabajo realizado y no las palabras. Informémonos bien sobre los diferentes partidos con quienes coincidimos. Intercambiemos con otros, reflexionemos y decidamos lo más coherentemente posible.
Demos un paso más, seamos valientes y tomemos un papel activo. Comuniquemos sin ningún rubor a nuestros amigos, familiares y vecinos nuestra opción, propiciemos momentos de “encuentro”, animémonos a dialogar sobre todo esto y busquemos sinceramente la mayor claridad para todos, para que nuestras decisiones las vivamos como un acto de gran responsabilidad y trascendencia.