Por Christian Rodríguez
Una de cal y otra de arena. Eso es lo que ha vuelto a hacer el Rayo Vallecano por segunda vez consecutiva. Aunque en 2023 cuenta sus partidos en Vallecas como derrotas, consigue ganar lo que juega fuera. Nadie apostaba porque el Rayo consiguiera sacar puntos en un estadio donde, hasta la fecha, solamente había logrado la victoria el RCD Mallorca. Y más cuando los datos dicen que desde el año 2000 no lograban los vallecanos imponerse al Villarreal como visitantes, siendo además su única victoria en tierra ‘groguet’ en los casi 99 años de historia de la entidad.
Pero a Andoni le gustan los retos y se ha puesto una nueva medalla en su haber. Comenzaba el partido colocando por primera vez en el once inicial a Andrés Martín. Álvaro García arrastraba unas molestias en el pie que le imposibilitaron formar parte de la plantilla en el choque frente al submarino amarillo.
Durante la primera mitad, puro dominio local. Aunque ni unos ni otros lograban marcar los tiempos del partido, el Villarreal era quien interpretaba mejor las contras y todo su peligro llegaba de esta manera. No se había cumplido el minuto 5 cuando, tras una buena combinación entre Baena y Yeremi Pino, el canario mandaba su tiro raso cruzado rozando el palo. Primer aviso de los amarillos y el Rayo continuaba con mucho miedo en el cuerpo y perdiendo una gran cantidad de balones en la zona media del campo.
Los de Quique Setién seguían monopolizando el juego y aprovechando los desajustes que se producían en la zaga rayista. Gerard Moreno mandó alto un cabezazo y, posteriormente, Dimitrievski desbarataba hasta en dos ocasiones de manera consecutiva, sendos derechazos de Álex Baena y Capoue.
Lo más peligroso que propuso el Rayo en esta mitad fue un taconazo en el área pequeña por parte de Pathé Ciss en un balón que quedó muerto tras un despiste de Jorge Cuenca, pero el mediocentro internacional con Senegal no optó por la mejor opción y le salió un remate demasiado blandito a las manos de Jörgensen.
Segunda mitad
En los primeros compases de la segunda mitad no aportaron nada ninguno de los dos equipos. El Villarreal parecía tener miedo a una posible contra y el Rayo se limitaba a defender y despejar cada acción en ataque que el submarino amarillo les proponía.
Iraola, descontento con lo que estaba viendo, decidió meter a Pep Chavarría y Unai López y sacar del terreno de juego a Andrés Martín y Pathé Ciss. Y vaya si le funcionó al técnico vasco, pues estos cambios supusieron un lavado de imagen en el juego de los franjirrojos. En el minuto 70 del encuentro, el Rayo aprovecharía de la mejor manera posible el que fue, posiblemente, el único fallo de la defensa local en todo el partido.
Tras un saque de banda en campo propio, Trejo recibía el balón y ponía un pase en largo para el desmarque de Sergio Camello, quien solo tuvo que servirse de dos toques para convertirse en el héroe de la noche. El primero, para darse un autopase sobre Raúl Albiol y llegar al borde del área; y el segundo, para beneficiarse de la mala salida por parte de Jörgensen y, con una rosca, poner el balón en el palo largo lejos del alcance del meta danés, quien solo puedo rozar el balón con la yema de los dedos antes de que terminara entrando por el lateral de su portería.
Pocos minutos después, a punto estuvo el delantero madrileño de conseguir su doblete particular. Recibía en el área un buen balón en profundidad por parte de Balliu y, tras sortear con un quiebro a Albiol, su disparo con la pierna izquierda, buscando de nuevo la rosca, se terminó marchando fuera por muy poco.
Ya dentro de los 9 minutos de prolongación, Gerard Moreno desaprovechó la ocasión más clara que tuvo en la noche. Jorge Cuenca pillaba a la defensa rayista un tanto desajustada y prolongaba un balón hacia Coquelin, quien ya dentro del área, le servía un balón en bandeja a Gerard para que, mano a mano con Dimitrievski, intentase una tijera que mandaba directamente fuera.
Victoria importantísima del Rayo que deja a los vallecanos en séptima posición con 29 puntos y a tan solo 2 de puestos europeos. Vallecas y su gente siguen soñando con ver a su equipo pasearse por Europa la próxima campaña, aunque queda toda una vuelta de LaLiga para ello. El próximo lunes 6 de febrero recibirán la visita del Almería para intentar sumar, por fin, la primera victoria ante su afición en este 2023.