Por Juan Rodríguez
García Pimienta, el técnico del Sevilla, se secaba el sudor de la frente en el primer minuto de partido. Por lo que fuera (y lo que era, era, sin duda, la racha tan negativa de resultados de su equipo), intuía que iba a ser una tarde complicada. James, que perdía la mirada en el banquillo rayista, intuía lo mismo para sí mismo: otro partido, otra suplencia. ¿Iba a seguir la vida igual para ambos?
Nteka partía desde el inicio, pese a venir de partidos con su selección, mandando a Isi a uno de los asientos de suplentes junto a James y compañía. Íñigo Pérez entendía, entendemos, que contra el Sevilla sería más necesario el músculo del francés que el toquecito de sus dos zurdos bajitos (aunque emparentar a ambos en este párrafo es una treta vil por parte de este cronista ya que uno juega prácticamente siempre; y, el otro, prácticamente nunca, pero sin el prácticamente).
Lukebakio, un zurdo vivo y punzante que oposita desde hace tiempo a destacar en este Sevilla de entreguerras, inquietaba la portería de Batalla con algún latigazo marca de la casa. Otra culebrilla del ataque sevillista, Isaac Romero, le sacó una amarilla a Lejeune en el minuto 20, cuando se iba como una locomotora hacia la puerta del Rayo y no había más remedio que pararlo “por lo civil o por lo criminal” (Luis Aragonés dixit). La falta resultante generó unos cuantos rechaces que casi emboca a gol el propio Isaac, que la mandó fuera lamiendo el palo. El Rayo respiraba, pero poco a poco iba a perdiendo la cuerda del partido.
No hicieron falta ni 10 minutos para que las malas sensaciones de los franjirrojos (en esta ocasión, franjiblancos) en el partido tomaran forma: Isaac Romero porfía un balón en el área rayista y se la pone a Sow para que remate a placer para poner el 1-0 en el marcador. El Rayo intentó sacudirse el dominio de los de Nervión con varios ataques que se quedaron en la orilla, como un libre directo de Unai López apurando la primera parte que ni siquiera superó la barrera. Cuando el árbitro ya tenía el silbato en la boca, llamada del VAR: “ven a revisar algo”. Agresión de Unai López a Isaac Romero (previo agarroncito de este) sin balón de por medio que acaba con roja directa al medio rayista. Jugadores a vestuarios, Íñigo Pérez a inventarse algo para empatar con uno menos, y el Sevilla a seguir exactamente igual, si acaso a reponer fuerzas con alguna bebida isotónica o pieza de fruta, nada más.
La reanudación del partido trajo más sorpresas de las esperadas (si no, no serían sorpresas, sino “esperadas”; y un partido lleno de “esperadas” es, francamente, un muermo). El Sevilla tuvo varias ocasiones para hacer el segundo, especialmente una virguería de Lukebakio, que hizo un eslalon por la banda derecha a lo Lamine Yamal camino de la gloria… que interrumpió, casi con mala educación, la manopla de Batalla. Pero el Rayo no le perdió la cara al partido y rozó el empate en dos jugadas claras como agua de manantial: un remate de cabeza de Pedro Díaz completamente solo que mandó por encima del larguero cuando era más fácil meterla; y un tiro de Álvaro García desde fuera del área que iba tan colocado que le limpió el césped a la base del poste izquierdo de la portería sevillista… pero que no acabó en la cazuela. La silbatina comenzaba a sonar en el Pizjuán y el Rayo, ¡ay, el fútbol!, acariciaba el empate con 10 jugadores.
Finalmente, no pudo ser. Al Rayo le faltó un puntito más de decisión y rebeldía para recuperar al menos un punto. Así pues, retomando el primer párrafo de este recuento de los acontecimientos, la vida cambió para García Pimienta con un triunfo reparador, mientras que siguió exactamente igual para James, que no disputó ni un solo minuto de juego. El Sevilla supera al Rayo en la tabla, que pierde un encuentro en el que poco puede reprocharse. Lo de poner de titular a Nteka antes que a Isi, James o RDT a lo mejor sí que es para darle una vuelta…
El próximo partido del Rayo es el domingo 1 de diciembre a las 18:30 horas en casa contra el Athletic de Bilbao
El ranking:
El héroe del partido: Isaac Romero, un delantero incisivo, hábil y extraordinariamente ratonero, ¿por qué no una llamadita de Luis de la Fuente?
El villano: Pasada la media hora de juego, a Nteka se le quedó el balón botando a escasos centímetros de la portería del Sevilla y con el portero a por uvas. ¿Su remate? Al aire, no logrando conectar su pierna con el balón, y conectando al Sevilla con el suspiro aliviado. No se perdió el partido por este fallo estrepitoso, por supuesto, pero empatar el partido al poquito del gol de Saw hubiera cambiado mucho el devenir del encuentro.
El datito: En el minuto 21 pudimos ver a Iván Luis “Bam Bam” Zamorano (ex jugador de Sevilla y Real Madrid) animando al equipo sevillista desde las gradas del Sánchez Pizjuán. El chileno se ha incorporado al equipo de comentaristas de los canales que dan el fútbol en España y desde aquí le damos la bienvenida en su regreso a España.
La pregunta: … ¿Y lo bien que le vendría un Zamorano al Rayo?
Declaraciones:
Íñigo Pérez: «Después de cómo se puso el partido era complejo, pero lo hemos conseguido en otras ocasiones. No pudo ser. Debemos seguir»