Por Juan Rodríguez
Un empujoncillo en el área rayista (cuantas menos repeticiones pongan en la tele, mejor) y una internada de Álvaro por la parte izquierda de la defensa valencianista auguraban un partido emocionante. Pathe Ciss, en el minuto 6, hacía buenos los presagios: remate de cabeza a córner bien tocadito por Isi (el saque de esquina vino propiciado por un desplazamiento en largo de Lejeune que deberían enseñar en las escuelas). Se adelantaba el Rayo y subía un poco el fuego de esa olla a presión que es ahora mismo Mestalla.
El Valencia trató de reponerse rápido al golpe, pero sus ataques no iban a ningún sitio. Bien que lo reprochaba a gritos el cuestionado Baraja desde el banquillo. Tras dos o tres llegadas del Rayo, los pitos comenzaron a sonar en el estadio. La paciencia de la afición che estaba siendo puesta a prueba una vez más y cada aproximación rayista al área de Mamardashvilli podía hacerla saltar.
En el 34, el Rayo casi pega el zambombazo con una contra que Álvaro remató fuera cuando lo más fácil era embocarla dentro. La silbatina subía de decibelios. Quitando una pérdida de tiempo de Batalla y alguna trifulca menor, poca cosa más pasó en una primera parte perfecta para los intereses rayistas: por delante en el marcador y con el equipo local agobiadísimo, lo que inevitablemente significaría… contraataques.
La segunda parte nos trajo algo muy parecido a la primera, con menos rupturas en velocidad del Rayo de las esperadas, ya que el Valencia no salió a empatar a la desesperada, sino a base de tenerla y generar. Y generar, generaba, pero le faltaba filo para amenazar de verdad a la franja.
Entre idas y venidas, con cierta tensión y algún barullo, pero sin nunca temer por el partido, el Rayo iba dejando pasar los minutos. El Valencia siguió corriendo contra los madrileños, contra sí mismos, contra el reloj, contra su destino… eran demasiados obstáculos. Y acabó perdiendo la carrera.
El próximo partido del Rayo es el sábado 14 de diciembre contra el Real Madrid en casa a las 21 horas.
El ranking:
El héroe del partido: Pathe Ciss completó un partido completísimo, con gol incluido, que se suma a una buena racha de titularidades que parece asentarlo definitivamente en el once inicial de Íñigo Pérez
El villano: El agente de James, que creo tiene apagado el móvil desde que su representado le preguntó: “¿Si hago un buen partido en Copa podré jugar al menos unos minutos en LaLiga?”.
El datito: En el minuto 79 de juego llegó la polémica del partido: Lejeune despeja sobre la línea de cal un remate valencianista, pero, ¿el balón había traspasado en su totalidad la línea de gol o no? Los sexadores de pollos (Alfredo Relaño dixit) del VAR dijeron que no. ¡Sigan!
La pregunta: ¿Le habrá dado el golpe de gracia el Rayo al Pipo Baraja?
Declaraciones:
Íñigo Pérez: «Contento por la victoria tras tres derrotas y por volver a estar más tranquilos y con la confianza alta».
